México, DF.- Julia Roberts dice que encontró ciertas partes, mas no un retrato completo de ella misma en Katherine Watson, la profesora de historia del arte que interpreta en La sonrisa de Mona Lisa (Mona Lisa Smile. ?Te tienes que identificar de cierta manera con cualquier personaje que hagas?, señaló Roberts, cuya profesora de pensamiento progresista llega al tradicionalista Colegio Wesley en 1953.
?Me gustó el hecho de que ella se aferró a una idea con gran convicción, lo cual era muy novedoso en ese entonces?.
?No mucha gente decía antes, ?ve más lejos, expande tu mente, explora tus opciones y ten más expectativas; actúa más?. Era como un nuevo clamor para las mujeres. Y me gustaba el hecho de que ella creyera tanto en eso que aún enfrente de la gente que ella sabía que estaba en desacuerdo, se mantenía firme?. A pesar de que la historia de La sonrisa de Mona Lisa tiene lugar 50 años atrás, los dilemas que explora también confrontan a las mujeres en el 2003.
?Creo que tiene resonancia con algunos temas actuales y con algunas luchas que continúan?, indicó Roberts a los reporteros en una conferencia de prensa en el Hotel Four Seasons de Beverly Hills.
?Es bueno rememorar y es bueno ofrecer esta historia a manera de recordatorio y de información, particularmente a una nueva generación de chicas que piensan en la vida como algo lleno de libertad y con la alegría de poder elegir.
No siempre ha sido así, y mucha gente no nació con estas libertades. Es interesante ver como era antes y como se luchó... Me hace valorar a las mujeres que estuvieron antes que yo... que han hecho posibles muchas de las oportunidades que he tenido?.
En La Sonrisa de Mona Lisa , Roberts, de 36 años, trabajó con una generación de nuevas estrellas femeninas, tales como Kirsten Dunst, Julia Stiles, Maggie Gyllenhaal y Ginnifer Goodwin, sus alumnas en la película. A pesar de eso, Roberts se niega a jugar el papel de mentor fuera de cámaras.
?Nunca sentí tal cosa?, indicó. Y contesta evasivamente cuando le preguntan si algún profesor representó un mentor para ella.
?No es solamente un buen maestro lo que te ayuda a formarte?, señaló. ?Algunas veces es la ausencia de buenos maestros lo que le da forma a tu vida. Ser ignorado puede ser tan bueno para una persona como ser elogiado?.
Roberts ha sido todo menos ignorada. Desde su papel en la película Mujer Bonita de 1990, que la lanzó a la fama, le siguieron pequeños pero interesantes papeles en Mystic Pizza, Baja Oklahoma y Magnolias de acero. A lo largo de los 90, la nativa de Smyrna, Georgia, dominó la pantalla grande, convirtiéndose en la estrella más taquillera en el mundo, pero al mismo tiempo continuó participando en cine de arte con pocas posibilidades de éxito en taquillas.
Sus esfuerzos fueron recompensados con un Oscar a la mejor actriz en el 2000 por Erin Brokovich .
?Soy muy afortunada?, indicó Roberts, quien decidió darle una segunda oportunidad al matrimonio casándose con Danny Moder en julio del 2002 (la primera, con Lyle Lovett, duró 21 meses). ?La vida, las situaciones y el momento en que las cosas coincidieron para mí, resultaron de tal modo que me siento más humilde y muy agradecida. No podría pedir nada más?.
Roberts dice que espera que las mujeres que vean La Sonrisa de Mona Lisa obtengan con ello una ?idea de la historia?. Las películas tienen el poder de enseñar, del mismo modo que lo hace un profesor. Para ella, la película que hizo la diferencia fue Becket , de 1964, con Richard Burton y Peter O Toole.
?Creo que la primera película que verdaderamente me impactó fue Becket dijo. ?Fue la primera vez que me di cuenta de que los actores realmente tienen un gran poder?.