El arzobispo emérito, monseñor José Trinidad Medel Pérez, pidió a los sacerdotes, laicos y religiosas trabajar en unidad y armonía en torno a su sucesor, monseñor Héctor González Martínez, quien fue electo como el octavo Arzobispo de Durango y que hoy tomará posesión de este gobierno eclesial durante una ceremonia en Catedral Basílica Menor.
En una entrevista sostenida ayer con este matutino, Medel Pérez, quien dejó el cargo como arzobispo de esta jurisdicción eclesial desde el 5 de junio del año pasado, luego de que el papa Juan Pablo II aceptó su renuncia, manifestó que los actuales tiempos en la Arquidiócesis reclaman unidad, oración y mucha vivencia de los sacramentos.
Dijo que tanto sacerdotes como laicos deben trabajar en unidad para edificar la Iglesia y caminar hombro a hombro con González Martínez, además de luchar por la construcción del Reino de Cristo, que implica transformar a Durango en una sociedad justa, fraterna y solidaria.
“Seguiré ofreciendo a Jesús mi vida y las circunstancias que me rodean”, puntualizó Medel Pérez que accedió a la entrevista durante una visita que hizo ayer al Arzobispado, donde dialogó con sacerdotes que participaron en su gobierno eclesiástico comprendido de abril de 1993 a junio del 2002.
Los duranguenses “viven en su corazón y no pagan renta”, agregó en referencia al afecto que siente por la comunidad católica de esta Arquidiócesis, con la que convivió por espacio de nueve años.
Por otra parte, consideró que el nombramiento de monseñor Héctor González Martínez para ocupar la autoridad arzobispal, es magnífico para el pueblo de Dios, además que representa una bendición para todos los duranguenses.