TORREÓN, COAH.- Apenas un 25 por ciento de los municipios en el territorio nacional cuentan con espacios adecuados para la disposición de desechos orgánicos y de los rellenos sanitarios que se encuentran en funcionamiento sólo unos cuantos se ajustan a la Norma Oficial Mexicana mediante la cual se rige la disposición final de la basura doméstica, comercial e industrial.
Lo anterior, es muestra del grave problema que genera la basura en todo el territorio nacional, pero aún cuando las dependencias federales estatales y municipales conocen el problema y sus repercusiones, es poco lo que hacen por tratar de solucionarlo.
Mediante un sondeo que se hizo en varias entidades federativas y en algunos de sus municipios, se llegó a la conclusión de que no hay uniformidad en los sistemas de tratamiento, confinamiento y disposición final de la basura doméstica, ya que mientras en algunas entidades como Yucatán, tienen sofisticados sistemas para la operación de rellenos sanitarios y mantiene una estricta supervisión de los mismos para ajustarse a las normas ambientales que permitan la protección del ecosistema, hay otras zonas como León, Guanajuato, en donde a pesar de que cuentan con un relleno sanitario, se tienen detectados al menos 20 tiraderos clandestinos de basura que son peligrosos focos de contaminación ambiental.
Se ha generalizado la operación de rellenos sanitarios en casi todo el territorio nacional, pero específicamente en las ciudades que cuentan con más de medio millón de habitantes, por la cantidad de basura que se genera y que hace necesaria la operación de ese tipo de depósitos, mismos que deben reunir toda una serie de requisitos para que se permita su operación por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, las direcciones estatales de ecología y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por El Siglo de Torreón, los rellenos sanitarios que operan en mejores condiciones a nivel nacional, se localizan el sureste del país y en especial en el estado de Yucatán.
Resultado de estas mismas investigaciones muestran que en esa parte del país las exigencias de las autoridades federales y estatales encargadas de la protección al ambiente se muestran más exigentes porque el agua que existe en el subsuelo se encuentra a poca distancia de las capas superficiales y el no disponer en forma adecuada de los desechos orgánicos que se generan en todo núcleo poblacional, posteriormente traería como consecuencia la contaminación del subsuelo, las reservas de agua que en él se encuentran y lo más peligroso, que la contaminación generada por los lixiviados de la basura, se esparciría en amplias zonas porque serían arrastrados a diferentes sitios por las corrientes subterráneas.
El caso de la zona metropolitana
El caso de la zona metropolitana de la capital del país es excepcional, ya que de acuerdo a un estudio realizado por una empresa japonesa contratada ex profeso, es notable la carencia de una organización de control y mantenimiento en la recolección de basura y el problema de contaminación generado por la basura sería un grave riesgo para la salud, a no ser por los trabajadores informales que se dedican a la selección de reciclables.
Laboran para el Departamento del Distrito Federal más de 8 mil 500 empleados que tienen como función el barrido de las calles de la capital, sin embargo, dejan a un lado esa actividad y se benefician con las propinas que obtienen por llevarse las bolsas de desperdicios de los domicilios.
Hay otros tres mil barrenderos que alquilan un carrito en aproximadamente 20 pesos diarios y se dedican a la recolección de basura en donde hacen una selección de reciclables y de esta forma sus ingresos aumentan hasta aproximadamente 3 mil 800 pesos mensuales.
Esos barrenderos entregan la basura a cerca de mil 500 camiones recolectores de los más de dos mil que se tienen en funcionamiento. El resto casi siempre está descompuesto.
Laboran para el Departamento de Limpieza del Distrito Federal unas seis mil personas entre choferes y ayudantes.
Para el procesamiento de la basura se cuenta con 13 plantas de transferencia operadas en forma concesionada, así como la recolección de desperdicios en algunos municipios del área matropolitana.
Anualmente se generan en la capital del país cuatro millones 169 mil toneladas de basura y de ellas, 11 mil toneladas pasan por un proceso de recolección, pero van a parar a tiraderos clandestinos o al drenaje.
Son 11 mil barrenderos con carrito los que laboran en las calles del Distrito Federal y se cuenta con solamente dos rellenos sanitarios que son el destino final de los desperdicios, luego de que pasaron por las 13 plantas de transferencia, en donde se lleva a cabo un proceso de selección de reciclables.
De total de la basura, se recupera un 18 por ciento de productos reciclables, aunque ese porcentaje se pudiera incrementar hasta el 37 por ciento, pero los procesos de selección que se tienen son desorganiza-dos y anárquicos; el 82 por ciento de los desperdicios arriba a los rellenos sanitarios sin ser aprovechados.
Yucatán como ejemplo
De acuerdo a datos de la Semarnat a nivel nacional, el estado de Yucatán puede tomarse como ejemplo de la forma en que se dispone de los residuos que se generan en las zonas urbanas, ya que cuentan con los sistemas más avanzados para la integración, estructuración y manejo de los rellenos sanitarios.
Contrario a lo que ocurre en diversas partes del territorio nacional, incluida la Comarca Lagunera, que se tienen que hacer grandes perforaciones para la construcción de celdas de confinamiento de desechos, en el estado de Yucatán los rellenos sanitarios se hacen prácticamente a partir de la superficie y se van estructurando niveles que a determinadas alturas se recubren con geomembranas (plástico de alta resistencia) y capas de tierra, para seguir depositando más basura en su parte superior, hasta llegar a formar una pirámide que al quedar concluida se recubre totalmente de tierra y en ella se plantan pequeños arbustos para su recubrimiento.
El relleno sanitario de Mérida se encuentra a ocho kilómetros de la ciudad, sobre un terreno constitui-do por sedimentos calcáreos como en casi todo el Estado, se encuentra sobre una superficie de 29.13 hectáreas de las cuales 18.77 se destinan al depósito de desechos y el resto es para la infraestructura operativa y una unidad de separación y composta.
Cuenta con báscula de 30 toneladas de capacidad, malla ciclónica e ingreso restringido, vigilado con sistema computacional que permite el registro de todas las unidades y sus detalles de cada una.
Mérida, según estadísticas del INEGI, cuenta con 636 mil 187 habitantes y generan 0.876 kilogramos de basura por habitante por día, lo que significa una generación de aproximadamente 557 toneladas de desperdicios diarios y sobre esos números se proyectó el relleno sanitario.
Pensado para 15 años de funcionamiento, durante el año 2000, el relleno sanitario ya recibía 534 mil 336 toneladas de basura al año, equivalente a 614 toneladas diarias y muestra del eficiente servicio de limpieza que se tiene en Mérida es que ya se considera a esa ciudad como una de las más limpias en el territorio nacional, aunque persisten problemas en determinados sectores en donde se deposita la basura en lotes baldíos o se quema, principalmente para evitar el pago por la disposición final.
EJEMPLO DE LO QUE NO DEBE SER
En la ciudad de León, Guanajuato, donde a pesar de que opera un relleno sanitario desde hace poco más de dos años, se tienen detectados por lo menos 20 tiraderos clandestinos de basura, especialmente en colonias marginadas y a las orillas de las carreteras que convergen en esta ciudad.
León, en donde la principal actividad es la industria zapatera, tiene una población de aproximadamen-te un millón 200 mil habitantes y se generan entre mil trescientas y mil quinientas toneladas de basura al día.
Se tiene un método anárquico que impide el control pleno de los desperdicios, ya que el Ayuntamiento a pesar de contar con una Dirección para el Control y Manejo de los Residuos Sólidos, no mantienen a la ciudad limpia.
El Ayuntamiento proporciona servicio de recolección sólo a una parte de la población y mantiene concesionadas unas 130 rutas de recolección, labor que llevan a cabo empresas particulares en diferentes sectores y colonias de la zona urbana, sin embargo, algunos de esos concesionarios con el fin de eludir el pago que deben hacer por la disposición final de los desperdicios en el relleno sanitario que opera desde hace poco más de dos años, depositan la basura en sitios no autorizados para ello.
Es frecuente ver en las orillas de las carreteras y en caminos de difícil acceso a colonias precaristas grandes tiraderos clandestinos de basura que a la postre se convierten en peligrosos focos de infección.
La empresa que opera el relleno sanitario, GEM S.A., tiene identificados al menos 20 tiraderos clandestinos y por lo menos en uno de ellos, el ubicado en la colonia “Sangre de Cristo” ya se estaba cobrando por el depósito de desperdicios, pero intervinieron las autoridades y simplemente lo clausuraron, pero no dieron instrucción de que toda la basura que ahí se encontraba se depositara en las áreas que se tienen destinadas para ello.
Otros tiraderos clandestinos se tienen en la colonia “Las Joyas”, por el bulevar Morelos, por la carretera a Silao y en diferentes colonias populares, especialmente las de más difícil acceso, que como en otras ciudades rodean a la mancha urbana y de esta forma, la ciudad de León, Guanajuato se encuentra copada por la basura.
Un problema adicional que se padece en esta ciudad, es el referente a los pepenadores, ya que al momento en que deja de funcionar el tiradero municipal de basura, hace unos dos años y en donde laboraban gran cantidad de “pepenadores”, estos se ubican en el llamado “Camino Real”, que es la vía de acceso al relleno sanitario, ya que las empresas que tienen concesionado el servicio de recolección de basura, hacen su preselección de reciclables y en improvisadas instalaciones los mantienen almacenados, dando el aspecto de pequeños rellenos, en donde se genera contaminación ambiental por el esparcimiento de desechos por la fuerza del viento, además de la generación de fauna nociva.
En esos sitios de selección de reciclables, se llega a recuperar hasta un 15 por ciento de la basura, según los propios pepenadores, pero ello apenas les permite sobrevivir.
Cabe hacer mención que se ignora el destino final de los desechos biológico-infecciosos que se generan en clínicas y hospitales de esta ciudad, pero se tiene conocimiento de que el titular de la Dirección General de Protección al Ambiente y Desarrollo Sustentable, el biólogo Ricardo de la Parra Barnard, opera a través de su esposa una empresa dedicada a la recolección de ese tipo de desperdicios, aunque se ignora el destino final que les da.
Finalmente se sabe que el problema de los tiraderos clandestinos en León, Guanajuato va en aumento y al parecer no ha sido atendido por las autoridades locales, ya que ha disminuido el ingreso de basura al relleno sanitario a pesar de que la población va en aumento y por ende debiera ir en aumento la generación de desperdicios.
La Laguna
En la Comarca Lagunera se mantienen en operación tres rellenos sanitarios, uno de ellos denominado intermunicipal que se encuentra en el municipio de Matamoros, Coahuila y hasta donde se llevan los desperdicios de Torreón y Matamoros.
Ciudad Lerdo cuenta con su propio relleno sanitario y hace unos cuantos meses lo concesionó el Ayuntamiento a una empresa particular que se ha encargado del manejo, ya que anteriormente operaba como simple tiradero al aire libre y frecuentemente se tuvieron problemas por el esparcimiento de los desperdicios y por incendios que provocaban la mayor parte de las veces los pepenadores que aún trabajan en el lugar seleccionando reciclables.
En el relleno intermunicipal de Matamoros, se opera bajo la NOM-083-ECOL y aún cuando ha sido cuestionada su ubicación por grupos ecologistas que aseguran causa daños a las reservas de agua del subsuelo por la infiltración de lixiviados, los estudios técnicos con que cuenta la empresa concesionaria indican lo contrario.
En Gómez Palacio se cuenta también con un relleno sanitario operado por el Municipio y se tiene contemplado el proyecto de un nuevo sitio para el depósito de los desperdicios, pero hasta el momento todo es un proyecto y el mismo pudiera concretarse hasta finales del año, aunque las autoridades municipales no han considerado la concesión del servicio de recolección de basura como ya ocurre en Torreón y en forma parcial en Matamoros. En Lerdo la recolección aún se encuentra a cargo del municipio, lo mismo que en el resto de las ciudades que componen la Comarca Lagunera como son Francisco I. Madero, San Pedro y Viesca.