Lo que los políticos dicen... y lo que no deberían decir.
La mala utilización de las palabras. Ese es el tema de hoy. Pero no se trata de descifrar al auténtico significado de “chido, cañón, fresa, chipocludo” y algunas otras en las que mejor ni pensar. No, se trata, más bien, de regalarles una pequeña explicación a los diputados y senadores priistas. “Fuero”, señores legisladores, definitivamente no quiere decir “impunidad”.
Esta semana, la subsecretaria de Asuntos Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Olamendi, reiteró la postura del Gobierno del presidente Fox, de acotar el fuero en materia de corrupción a los senadores y diputados... y también a algunos funcionarios. Se trata de poder formar parte de la Convención Mundial Contra la Corrupción. Para poder suscribirse a ella, México debe obtener la ratificación del Senado en materia de acotamiento del fuero parlamentario.
Sin embargo, el presidente de esa cámara, el senador priista Enrique Jackson ya contestó: “La respuesta es no –dijo-. Los legisladores no podemos estar a expensas ni sujetos a cualquier venganza, cualquier persecución, sin tener elementos de defensa. No puede ser, hombre”.
Caramba. Por alguna razón, Jackson dejó de ver que hay otros 104 millones de mexicanos que viven en esa circunstancia, que no tienen fuero. Y que no son -a diario- objetos de venganzas y persecuciones. Claro, eso si excluimos del asunto la cotidiana tarea de salir a la calle, pelear por los servicios públicos y torear a la policía corrupta.
¿Pero... por qué razón se confunden tanto los legisladores? ¿Por qué creen que tienen un derecho que no les hemos dado? Les pagamos –y muy bien, por cierto- para que actúen a nuestro favor... no para que se burlen de nosotros.
Tan confundidos están que pudimos ver (ayer en una foto del periódico El Independiente) a Jorge Kahwagi, el coordinador de la bancada del Partido Verde, sentado en una curul con la indicación de que pertenecía al PRI... ¡y conversando con Elba Esther Gordillo! Las siglas PVEM y PRI no se parecen en nada... ¿O sí, Kahwagi?
Pero la confusión va más lejos todavía. “Fuero”, señores legisladores, no quiere decir “impunidad”.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Juan de Dios Castro, convocó -con la anuencia del PAN y el PRD- a Juicio de Procedencia la próxima semana, para encaminarse cada vez más hacia el desafuero del senador priista Ricardo Aldana, acusado de tener comprometidas vinculaciones con el Pemexgate (¿recuerda que el sindicato de la empresa petrolera desvió millones de pesos para la campaña de Francisco Labastida en el 2000?).
Y ahora resulta que los priistas se ofenden, dicen que se trata de una persecución partidista. ¿Ya ven cómo confunden las palabras, queridos legisladores? Están persiguiendo a Aldana, eso es clarísimo, no al PRI completo. ¿Por qué confunden “fuero” con “impunidad”?
El PAN, por su lado, dice que esto debe ser visto como un asunto jurídico en contra de una persona, no de un partido. Lo cierto, es que sabrán amigos lectores comprender mi ingenuidad... pero... ¿si Aldana es inocente, si no tiene nada qué esconder, si no está esperando que acabe su mandato como senador para salir huyendo del país escondido en un vuelo privado, por que no deja que lo desafueren y lo investiguen y lo juzguen y lo absuelvan y... ya?
Pero los legisladores no sólo se ofenden y se confunden. También amenazan. ¿O confunden amenazar con legislar? ¿O para legislar hay primero que amenazar?... Ahora dicen que si prosigue el desafuero de Aldana, será difícil que aprueben luego el paquete de reformas que impulsa el Gobierno de Vicente Fox.
Mientras tanto, Aldana es más claro que nunca. No se dice inocente. Sólo dice que confía en que no es legal que lo desafueran ahora, porque como ese dictamen fue heredado por la Legislatura pasada, tiene que volver a pasar por comisión. Aldana está comprando tiempo. Aldana está sembrando impunidad.
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