Lo que los políticos dicen... y lo que no deberían decir
Se desató la caza de brujas. O de priistas, más bien. El Gobierno Federal, aunque de manera todavía solapada, ha comenzado ya sistemáticamente la remoción de funcionarios priistas. Sí, lo decidieron y pusieron manos a la obra.
En lo que va de la gestión foxista, pero sobre todo en los últimos meses, 700 funcionarios del Gobierno Federal que tienen clara filiación con el Revolucionario Institucional, fueron removidos de sus cargos, sin despedidas lacrimógenas y sin demasiadas explicaciones.
El operativo encabezado por la Secretaría de Gobernación a cargo de Santiago Creel Miranda lleva un tiempo y –aunque nadie lo haya dicho claramente- forma parte ahora de la ofensiva del Gobierno en contra de PRI. Tiene nombre y todo, la purga ha se llama “Punto azul” y fue ordenada directamente desde Los Pinos.
La consigna es que ningún priista puede ocupar un cargo directivo en el Gobierno Federal y la etapa inicial prevé cambios en las dependencias de Gobernación en al menos diez estados del país.
Hay una red de operadores políticos panistas diseminados por el territorio nacional, que se encargan de reclutar posibles candidatos para sustituir a los priistas en funciones. Raudos viajan los currículos de los suspirantes que –ciertamente muchos de ellos son personajes que se habían quedado medio fuera del ruedo político actual- para que sean palomeados en las oficinas de la capital.
Esos mismos operadores recibieron instrucciones para reemplazar a los delegados de Gobernación en Tlaxcala, Colima, Hidalgo, Sonora y el Estado de México. Pero la trilladora seguirá avanzando.
Claro, todo eso se produce además en el contexto del claro enfrentamiento entre el presidente Vicente Fox y Roberto Madrazo, a la cabeza del PRI. El jueves, Madrazo decía dos cosas. La primera de ellas, era que un presidente que no genera unidad no sirve al país. Tiene su punto. Pero luego, ya envalentonado, se burlaba (y soñaba, también): Yo esperaba una disputa con Luis Felipe (Bravo Mena, titular nacional del PAN, su par), con el con presidente Fox, a lo mejor es un buen augurio”. Fíjense nada más, ya anda Madrazo igualándose al Presidente de la nación, dejando volar sus sueños a largo plazo; falta mucho para el 2006.
Interesante ver cómo el Gobierno de Fox finalmente puede hacer lo mismo que ha criticado, cómo puede tomar represalias, cómo puede siendo panista actuar como en las épocas del PRI.
Interesante además pensar que si ahora acorrala al PRI en conjunto, también podrá hacerlo con algunos personajes específicos. Habrá que esperar unos meses y ver qué sucederá con el lazo que tiene Elba Esther Gordillo con Los Pinos una vez acabado el tiempo en que Gordillo sirve a los intereses de Fox; principalmente respecto de la Reforma Hacendaria. Nadie se sorprenda el día que Gordillo llegue de visita a Los Pinos y ya no la dejen entrar.
Por ahora, todavía cuenta con ese beneplácito. Cosa que desde luego no puede decir José Murat, el gobernador de Oaxaca, uno de los opositores más fuertes que ha tenido la reforma foxista que había sido impulsada por la banca priista en San Lázaro durante la coordinación de Gordillo. Prueba de ello es que el Gobierno de Fox ordenó 255 auditorías en esa entidad en los últimos diez meses.
Murat se queja de estar siendo víctima de represalias. Y no sólo eso. Acusa a Gordillo de ser la responsable de que la Secretaría de Educación Pública le congeló fondos por 800 millones de pesos, que debían servir para pagar sueldos y aguinaldos a 60 mil maestros oaxaqueños. Maestros que, demás está decirlo, tienen muy poco qué ver en el conflicto entre el PAN y el PRI. Pero mucho menos tienen qué ver con la purga de priistas operada por la oficina de Enlace Federal de la Secretaría de Gobernación y denominado “Punto Azul”.
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