Madrid, (EFE).- La incidencia de trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia y la anorexia ha aumentado de tal manera en los últimos años que los expertos califican sus repercusiones sociosanitarias como una "epidemia".
Así lo refleja el manual "Trastornos de la Conducta Alimentaria", presentado en Madrid, que ha sido coordinado por el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal, Alfonso Chinchilla Moreno.
El Manual recoge las características de estos problemas de salud, como el miedo y el pánico a estar gordo y la necesidad de buscar la delgadez mediante vómitos, hiperactividad de desgaste, abuso de laxantes o diuréticos, e incluso tirar o evitar las comidas.
El texto considera que se trata de un grave y preocupante problema de salud con serias repercusiones sociosanitarias, que los expertos califican de "epidemia".
La anorexia nerviosa, en el 90 por ciento de los casos, es "un disturbio o distorsión de la imagen corporal; no una pérdida de apetito, sino una preocupación de la comida y la alimentación".
En el caso de la bulimia nerviosa, se trata de un cuadro caracterizado por episodios de atracones incontrolados de cantidades variables de comida, seguidos de vómitos espontáneos o provocados, que se dan varias veces a la semana y durante varios meses.
"Los trastornos de la conducta alimentaria son patologías muy graves que tienen importantes consecuencias para la salud que van desde diferentes enfermedades somáticas, merma en la calidad de vida de las pacientes y en sus proyectos de vida, hasta la muerte suicido o por enfermedades concomitantes".
Anorexia y bulimia son patologías muy difíciles y muy duras de tratar, y tardan mucho en llegar a los médicos psiquiatras, con lo que las consecuencias derivadas de dichos trastornos pueden estar muy avanzadas en el momento en que visitan a estas pacientes".
Una de cada 150 mujeres de entre doce y dieciocho años sufrirá anorexia mientras que del 1 al 13 por ciento sufrirá bulimia.
Para el tratamiento del trastorno alimentario, los psiquiatras propugnan un abordaje integral, dietético, sicológico y farmacológico, individual y familiar, liderado por los expertos en Psiquiatría e integrando otras disciplinas científicas, si bien, "el director de orquesta en el tratamiento de estas enfermedades ha de ser el psiquiatra?