TOKIO, (AP).- A Risa Arato nunca le gustaron sus ojos. Incluso sus amigos decían que tenía una permanente mirada fría. Y odiaba la forma en que las gafas de sol se le caían de la nariz. Pero lo peor fue encontrarse con su padre por primera vez desde que era niña y escuchar que le decía que no estaba muy linda.
Entonces, la joven vendedora de 19 años decidió retocar su rostro, y hacerlo en "Coliseo de belleza", un espectáculo de la televisión japonesa en el que la gente recibe consejos de expertos de belleza, entre ellos un cirujano plástico, frente a las cámaras. "Tenía miedo de mostrar mi rostro en público, así que casi no salía", recordó Arato. "Ahora puedo mirar a la gente a los ojos".
En un país con menos prejuicios sociales e impulsadas por nuevos procedimientos, las mujeres están cambiando la apariencia japonesa al someterse a cirugías plásticas que redondean sus ojos, agrandan sus narices y eliminan sus arrugas. "La cirugía estética solía tener una reputación dudosa", dijo el cirujano plástico Toshiya Handa. "Era el tipo de cosas que sólo hacían las celebridades...".
Cuando no está rediseñando rostros en "Coliseo de belleza", Handa trabaja como vicedirector de la Academia de Cosmética y Cirugía Plástica de Otsuka, una de las cadenas de cirugía cosmética más conocidas de Japón, que posee 14 sucursales en todo el país.
De acuerdo con una de las agencias de crédito, los gastos de los japoneses en cirugía plástica se incrementaron hasta llegar a los 25 millones de dólares en el 2002, lo cual representa un 50% más que en 1994.
Los cirujanos plásticos sostienen que las inseguridades sobre la apariencia típica de esta nación pueden explicarse en parte por la atracción que sienten los japoneses hacia las imágenes occidentales
Lo que ha cambiado es el estigma de someterse a una cirugía
Según la tradición del país, alterar el rostro heredado de los padres era una falta de respeto, o un exceso de vanidad. Pero Arato, quien corrigió sus ojos, su nariz y su barbilla con la cirugía, dijo que sus allegados apoyaron su decisión.
Para Handa, el interés por la cirugía se debe a una nueva tendencia femenina. "Estas pacientes desean resaltar ciertas partes del rostro", dijo. "Se trata de una expresión personal".
Las actitudes en favor de la cirugía estética también han sido drásticamente remodeladas por una nueva generación de técnicas baratas que no son permanentes.
En diez minutos, los médicos pueden estilizar los párpados mediante suturas, por sólo 400 dólares. Otro de los procedimientos requeridos es la inyección de una toxina de la bacteria clostridium botulium para eliminar las arrugas, y del ácido hialurónico, un relleno de los tejidos que se utiliza mucho en Europa para agrandar narices y mentones.
Los tratamientos perduran meses antes de que las sustancias sean absorbidas por el cuerpo, y los médicos aseguran que hay menos riesgos de reacciones alérgicas que con otros inyectables como el colágeno.
"Hay un pequeño riesgo ... Lo peor que puede pasar es que (la persona) vuelva a tener el rostro de antes", dijo el doctor Katsuya Takasu, que dirige una cadena nacional de clínicas de cirugía estética y es un invitado frecuente de otro programa de la televisión.