La obesidad es un asesino silencioso, nos ataca y aborda lentamente y de igual manera desencadena enormes enfermedades, algunas personas inconscientes le atribuyen a la obesidad con la glotonería, sin embargo, es una enfermedad que quizá provenga de estados de depresión, ansiedad, tensión, frustración, etc. Por lo tanto debe ser tratada como enfermedad y no hacer burla de ella sino más bien procurar alivio para quien la padece, en ocasiones la persona que la sufre no se ha dado cuenta pero el asesino está ahí esperando, acumulando grasa para atacar el corazón, con hipertensión, o quizá colesterol o diabetes; en fin la lista es interminable.
Por tal, debemos concientizarnos y concientizar a quien conozcamos, el remedio es cosa de tiempo y paciencia, como casi todo en la vida.
Somos enemigos naturales del tiempo y la paciencia pero son el único remedio. Ya encaminados a bajar de peso, va en aumento la motivación y llega el momento en que es tan grande que nuestra vida cambia por completo y por fin llega la cura. Atiéndase, quiérase, nadie lo va a ser por usted.
En sus manos está la decisión, no necesariamente el remedio está en el ejercicio, el verdadero remedio está en la aceptación de la enfermedad y el deseo de curarla.
Hasta la próxima...