Con holgura se logró lotificación de la primera etapa en terrenos de Filadelfia
GÓMEZ PALACIO, DGO.- A diferencia de las registradas durante el primer año de la administración municipal, durante 2002 únicamente se recibieron unas 300 solicitudes de terrenos para viviendas, lo que permitió concluir la lotificación de una primera etapa de las reservas territoriales del antiguo ejido Filadelfia.
Raúl Antonio Meraz Ramírez, director de Desarrollo Rural y Reservas Territoriales manifestó que durante 2001 se hizo llegar a la dependencia un total de tres mil solicitudes de espacios para casa habitación, pero de éstas únicamente 700 resultaron apegadas a la realidad, es decir que las condiciones socioeconómicas de las familias justificaban obtener ese beneficio.
El funcionario municipal manifestó que en 2002 disminuyó en forma considerable tal petición, debido a que se aplicaron normas de selección más rigurosas que ahuyentaron el acaparamiento de terrenos que años atrás se daba por determinadas agrupaciones o líderes políticos.
El director de Desarrollo Rural y Reservas Territoriales dijo que con las reubicaciones de familias asentadas en condiciones irregulares, sobre terrenos particulares tales como los de Nuevo Castillo, así como los que se habían instalado en el bordo de protección del lecho seco del río Nazas, este año se logró concluir la primera etapa de ocupación de las reservas territoriales del ex ejido Filadelfia, donde se mantiene ocupado un total de 727 lotes de terreno en una superficie de 20 hectáreas.
Este año se realizará la preparación de una segunda etapa mediante el desmonte y trazo de los terrenos así como la introducción de los servicios básicos de agua, drenaje y electrificación en otras 20 hectáreas.
Meraz Ramírez destacó que aunque la gran cantidad de las solicitudes de terrenos para vivienda recibidas en 2002 se hicieron a través de líderes u organizaciones, la dependencia realizó una selección de carácter individual, sin tomar en cuenta los intermediarismos.
Para evitar el acaparamiento, se practicaron estudios socioeconómicos mediante los cuales se pudo constatar la auténtica necesidad de las familias por un espacio para levantar su vivienda; también se analizó el nivel de ingresos económicos de los miembros que trabajan y especialmente se benefició a aquellos con una percepción mínima, además de que su estado civil preferente es el de casados o vivir en unión libre, pero tener dependientes económicos.