Miami (EEUU), (EFE).- Terri Schiavo, quien permanece en coma desde 1990, fue desconectada ayer por su doctores de la máquina que la mantuvo viva hasta ahora, en cumplimiento de una resolución judicial de un tribunal de Florida (EEUU).
Según especialistas, se espera que la mujer de 39 años muera en un lapso de entre diez días y dos semanas en el hospital de la ciudad de Pinellas (oeste), donde se encuentra hospitalizada.
El hecho se produjo después de una larga batalla judicial entre el esposo de la mujer, Michael Schiavo y quien asegura que su esposa "nunca deseó vivir así", y los padres de ésta, quienes dicen que responde a "estímulos y debe vivir".
La mujer ha estado hospitalizada después de que, en 1990, sufriera un ataque cardiaco por una bajada de potasio en el organismo.
El Tribunal Supremo de Florida había rechazado en dos ocasiones intervenir en el proceso, al igual que el Tribunal Supremo de EEUU, mientras que varios jueces han ratificado el dictamen del magistrado George W. Greer, encargado del caso.
El año pasado, el juez Greer escuchó durante seis días la opinión de cinco médicos sobre el caso: dos elegidos por los padres de Terri, dos seleccionados por el esposo de ésta y uno escogido por el tribunal.
Tres de esos médicos testificaron que Terri está en un permanente o persistente estado vegetativo.
Los especialistas difirieron sobre el alcance de las lesiones cerebrales sufridas por Terri, pero coincidieron en que las pruebas realizadas mostraron un daño permanente severo