México, (Notimex).- Actualmente cerca de 160 millones de hombres en el mundo padecen de disfunción eréctil y males cardiovasculares, pero de ellos, sólo 16 por ciento está bajo tratamiento médico, destacó Ana Elena Ancona, cardióloga del Hospital General de México.
La especialista comentó que la disfunción eréctil más que un problema moral puede convertirse en un indicio correcto y a veces oportuno de la presencia de algún problema cardiovascular.
Los problemas cardiovasculares, destacó, son enfermedades silenciosas, que en la mayoría de los casos pasan inadvertidas para el paciente hasta que ya van en estado muy avanzado o cuando se presenta algún infarto.
Los datos epidemiológicos, dijo la cardióloga, han demostrado que la incidencia de la disfunción eréctil y la enfermedad cardiovascular aumentan el factor de riesgo, incluso sólo por pertenecer al grupo de entre los 40 y 70 años.
Ancona destacó que en la actualidad, organismos internacionales de salud calculan una prevalencia de 160 millones de pacientes con disfunción eréctil, cuya prevalencia podría incrementarse considerablemente en los próximos años, producto de la relación de este padecimiento con los males cardiovasculares o la diabetes.
La también profesora de cardiología en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, indicó que la disfunción sexual puede ser manifestación de aterosclerosis de las arterias penianas en cerca del 50 por ciento de los casos.
"El impacto de la enfermedad cardiovascular en la vida sexual es muy importante debido a que los factores de riesgo de ambas patologías son similares, incrementándose aún más para la disfunción eréctil los problemas del área psicoafectiva.
"El cuestionamiento es muy importante, la disfunción eréctil es un indicativo de enfermedad cardiovascular o bien la enfermedad cardiovascular puede ser el origen del 50 por ciento de los casos", comentó.
Ancona sostuvo que para el 2025 se espera que en el mundo haya alrededor de 600 millones de pacientes con males cardiovasculares, de los cuales una gran proporción tendrán problemas de disfunción eréctil, por lo que habrá que tener un doble cuidado en el tratamiento, pues si bien el segundo padecimiento no mata, puede traer graves trastornos psicosociales.