¿Sabe usted de casualidad cómo estaremos trabajando y que estaremos haciendo en el futuro?. Yo en lo personal no me atrevo a dar de esto una respuesta convincente, lo que si le puedo decir, es que nos hemos movido ya hacia una economía más orientada hacia los servicios en todas las partes del mundo. Hemos entrado de ya y con singular alegría en lo que llamamos una sociedad post industrial, lo cual se refiere precisamente al cambio en el énfasis en nuestras economías desde la producción de bienes a la de servicios. Hoy por hoy continuamos destruyendo nuestro planeta para encontrar materias primas.
Vivimos inmersos en una sociedad de servicios; muchos de nosotros producimos servicios profesionales y no profesionales, más que bienes. Un servicio por si usted lo había olvidado es un acto de trabajo o una habilidad que no produce una mercancía tangible y que no resulta en una propiedad del cliente de algo material. Es una producción que puede o no estar ligada a un producto físico. Así hay servicios puros que no involucran productos tangibles (como la publicidad) o bienes tangibles acompañados por servicios (tal como un Software de computación con soporte técnico gratis de posventa) e híbridos de productos y servicios (por ejemplo, restaurantes frecuentados tanto por sus alimentos como por la atención al cliente).
Los servicios a final de cuentas no pueden ser vistos, gustados, sentidos, escuchados u olidos más que en forma figurativa y sin embargo valen y por eso cuestan y algunos son muy caros. Una persona va a someterse a una cirugía plástica y no puede ver los resultados antes de ser operada; y el cliente de un abogado no puede anticipar el resultado de un caso antes de que el trabajo del abogado haya sido presentado ante los tribunales competentes. Hágase a la idea, las funciones de los servicios como la distribución, las finanzas, la administración y la gestión, así como las ventas se han vuelto cada día más importantes.
Dicho de esta manera se ha puesto usted ha pensar si nuestras universidades y/o planteles de enseñanza se están fijando en este cambio de las economías y sobre todo en los llamados servicios profesionales de la abogacía porque de no ser así ya deberíamos poner remedio y no digo más.
Piense asertivamente y acertará.