Agencias
LOS ÁNGELES, EU.- Cuando el joven actor Josh Artnett recibió la noticia de que trabajaría al lado de Harrison Ford comprendió que iba a empezar a vivir una nueva y muy importante etapa dentro de su carrera artística. Y tal parece que no fue un pensamiento equivocado, porque a lo largo del tiempo que duró el rodaje de Hollywood Homicide tuvo la oportunidad de conocer de cerca, y con algún nivel de intimidad, a quien se ha considerado la estrella más taquillera del cine estadounidense de los últimos 20 años.
-¿Quién es el personaje que interpretas en Hollywood Homicide?
“Se llama K. C. Calden y aunque se gana la vida trabajando como detective sus intereses van más allá de eso. Porque además de ser instructor de yoga, Calden también sueña con volverse actor de cine y teatro”.
-¿Qué tantas similitudes hay entre tú y él?
“No pienso que sean muchas. Calden no está muy feliz con lo que hace. A él le gustaría más ser actor que policía. Yo, en cambio, nunca he tenido la intención de cambiar de profesión. Lo que sí comparto con Calden es su gusto por el yoga y un estilo de vida saludable”.
-¿Recibieron algún entrenamiento especial tú y Harrison Ford como para poder convertirse en dos detectives de película?
“Lo que hicimos, únicamente, fue visitar la Academia de Policía de Los Ángeles para observar cómo los agentes se preparan antes de salir a las calles para enfrentarse a los ladrones y criminales que hay por los alrededores de la ciudad. Estuvimos algunos días en los entrenamientos de tiro al blanco y defensa propia que les imparten regularmente a cada uno de los policías y detectives de Los Ángeles. Lo que aprendimos nos ayudó a tener una mejor idea acerca de cómo debíamos comportarnos en cada escena de Hollywood Homicide”.
-¿Cómo fue la relación que tuviste con Harrison Ford, dentro y fuera del rodaje de esta cinta?
“Todo transcurrió de una forma muy tranquila. Harrison es un verdadero profesional y siempre estuvo dispuesto a ayudarme. Al principio me sentí bastante impresionado con él, no tan sólo por todo lo que representa como artista sino porque es una verdadera leyenda del cine en todo el mundo. Y yo creo que él no tardó mucho tiempo en darse cuenta de lo que pasaba, así que al final de una de las primeras escenas que filmamos juntos me dijo que lo estaba haciendo bien, que me tranquilizara.
La sencilla actitud con la que Harrison se dirigió hacia mí tuvo un doble efecto positivo: primero redujo a cero el estado de ansiedad que yo tenía, y después le quitó nerviosismo a mis palabras. Así pude ser capaz de subir al mismo nivel donde él estaba actuando”.
-¿Consideras que un filme como Hollywood Homicide podría marcar una importante diferencia en tu carrera?
“La verdad es que no lo sé. Yo creo que todas las películas ofrecen posibilidades que nunca se sabe si llegarán a concretarse. Para mí una cinta no es más importante que otra. Pienso que hay buenas y malas actuaciones, por parte de nosotros los actores. Y el público es quien, finalmente, se encarga de juzgar nuestro trabajo. Eso quiere decir que si no lo hicimos bien, no podemos esperar tener un gran éxito en las taquillas de los cines.
Me parece que Hollywood Homicide es, al menos, un filme razonablemente bueno y divertido, nada fuera de este mundo. Creer que va a producir un gran impacto en mi trayectoria profesional, como el que se produjo con Black Hawk Dawn, sería pecar de ingenuo”.
-¿Por qué decidiste tener tu lugar de residencia lejos de Hollywood?
“Lo hice por dos motivos: rechazo la superficialidad y la banalidad con la que se vive en esta ciudad y no me gusta sentir que soy parte de la fauna artística que constantemente desea aparecer en las portadas de las revistas de modas y los programas que se producen todas las noches en los canales de televisión nacional”.
-¿Eso quiere decir que prefieres el anonimato que ser famoso y popular?
“Sí, me gusta pasar desapercibido en los lugares públicos. Prefiero estar con mis amigos y mi familia que rodeado de gente extraña”.
-Pero, ¿no crees que estás viviendo en una gran contradicción? Porque a todo los actores y actrices les agrada saber que son reconocidos en la calle o a donde quiera que van.
“Voy a tratar de explicar con toda claridad mi punto de vista. No rechazo la idea de ser un actor famoso, porque esa decisión no está bajo mi control. El destino de una película y el de nosotros los actores lo determinan muchos factores ajenos a nosotros. Por ejemplo la publicidad, el marketing y las relaciones públicas.
Lo que no me interesa hacer es dedicarle todas mis energías y esfuerzos a una ilusión tan pequeña como es la de querer ser el actor más reconocido del mundo. Los intereses que yo tengo son más simples que eso. Quiero vivir tranquilo, lejos de los chismes y la presión social de Hollywood, y seguir creciendo en mi profesión como actor de cine. Y creo que puedo hacerlo”.
-¿Que recuerdos tienes de la película The Faculty, en la que fuiste dirigido por Robert Rodríguez?
“Fue una gran experiencia. Viendo trabajar a Robert comprendí lo que es ser un verdadero cineasta. Robert está siempre dispuesto a dar el 100 por ciento de su tiempo a las películas que escribe, dirige, fotografía y produce. Algún día me gustaría ser como él. Se trata de un gran artista y una persona muy cool”.
-Intervenir en Black Hawk Dawn y Pearl Harbor modificó, de algún modo, la percepción que tenías antes acerca de la guerra?
“En realidad no. Las guerras siempre han estado asociadas con maniobras políticas que a veces nadie comprende muy bien. No entiendo mucho de política y lo único que lamento es que nuestro gobierno siga utilizando a jóvenes soldados para que vayan a pelear por una libertad que casi siempre es más difícil de entender que un discurso mal escrito”.