LONDRES, (Reuters) - Alastair MacDonald siempre supo que era especial. Todos se lo decían. Pero no descubrió el por qué hasta que cumplió 10 años.
Una esquela sobre la muerte de su "tío" Patrick con detalles acerca del nacimiento revolucionario de su amiga Louise bastaron para que el precoz niño completara el rompecabezas.
Su "tío" era Patrick Steptoe, uno de los pioneros en el proceso de fertilización in vitro (FIV) y su amiga era Louise Brown, la primera bebé probeta en el mundo.
"Había demasiadas coincidencias. Todo cayó en su lugar", dijo el ingeniero de 24 años recordando el suceso.
"Eché a correr hacia donde estaba mi mamá y le dije que ahora sabía por qué siempre me decía que era especial", añadió.
MacDonald fue el segundo bebé probeta en el mundo y el primer varón en ser concebido mediante la revolucionaria técnica de fertilización in vitro.
"Fue atando cabos, porque hablaban de Louise y entonces se lo imaginó", dijo su madre, Grace MacDonald, una de las primeras mujeres en ser tratadas con la FIV.
LA CASUALIDAD Si su madre no hubiera leído un artículo en la revista médica The Lancet, que no forma parte de sus lecturas habituales, MacDonald nunca habría nacido.
Asimismo, ninguno de ellos estaría celebrando el vigésimo quinto aniversario de la FIV el 26 de julio, junto a otros 1.000 bebés probeta en la clínica Bourn Hall, en Cambridge, Gran Bretaña, donde trabajaban Steptoe y su colega, el profesor Robert Edwards.
"Fue de casualidad. Estaba de visita en casa de un amigo que es médico y vi el artículo en la revista. Algo en la cubierta me llamó la atención y enseguida empecé a leerlo. Yo encajaba en la categoría", dijo Grace MacDonald.
El artículo era sobre FIV, un nuevo tratamiento experimental de fertilidad. Grace MacDonald llevaba años tratando de concebir, pero no podía porque tenía las trompas de falopio bloqueadas.
Después de leer el artículo, tuvo la certeza de que la FIV --un proceso mediante el cual extraen un óvulo del ovario, lo fertilizan en una probeta y luego trasplantan el embrión al útero materno-- era su única oportunidad de tener un hijo y decidió escribir a Steptoe, quien la aceptó en el programa.
"Tenía un poco de miedo, pero sabía que era mi única oportunidad. No había ninguna otra forma de que pudiera tener mi propio bebé", dijo Grace MacDonald.
En aquella época todo era muy secreto. Ni la familia de Grace MacDonald ni sus amistades sabían por qué viajaba con frecuencia desde su casa, cerca de Glasgow, en Escocia, a Inglaterra.
"Como era algo tan experimental, nos dijeron que era mejor que no habláramos al respecto. Era un secreto", explicó la coordinadora escolar, ahora de 56 años.
"Mi pobre madre creyó que me estaba pasando algo muy malo debido a todos los viajes que hice a Inglaterra", añadió.
Después de dos intentos de FIV en cuatro años, nació MacDonald. Si el tratamiento de su madre hubiera sido satisfactorio desde el principio, Alastair MacDonald habría sido el primer niño probeta en el mundo.
MAS DE UN MILLON DE NIÑOS
En los 25 años que han transcurrido desde el nacimiento de Brown y MacDonald --separados por seis meses--, más de un millón de niños en todo el mundo han sido concebidos mediante esta técnica de fertilización.
El tratamiento, que fue puesto en práctica por primera vez por Steptoe y Edwards, ha permitido a parejas infértiles experimentar la alegría de tener un hijo. Su trabajo también sentó las bases para progresos científicos inimaginables hace un cuarto de siglo.
Sin embargo, en una reunión reciente celebrada en Europa sobre fertilidad se escucharon historias espeluznantes sobre óvulos extraídos de fetos abortados, sobre trasplantes de útero y acerca de la creación de embriones de ambos sexos.
Estos temas, entre otros, desataron fuertes críticas y provocaron que muchos científicos dijeran que la ciencia había enloquecido.
Peter Brinsden, director médico de Bourn Hall, donde han nacido unos 6.000 niños mediante técnicas de reproducción asistida, dijo que las historias que se escuchaban eran "muy exageradas" y que ensombrecían los avances que se han hecho en los tratamientos de fertilidad durante los últimos 25 años.
El índice de éxito de la FIV ha mejorado. En la actualidad hay más tratamientos disponibles y los científicos saben más acerca de cómo congelar embriones. Sin embargo, Brinsden cree que el logro más significativo ha sido la inyección introcitoplasmática de esperma (ICSI, por sus siglas en inglés), en la que se inocula un espermatozoide en un óvulo.
"Esto ha logrado los resultados más espectaculares para cierto grupo de personas (con problemas de esperma)", dijo.
Nadie sabe lo que ocurrirá en los próximos 25 años, pero Brinsden espera que los especialistas en fertilidad mejoren sus conocimientos y técnicas.
"Tengo la ambición antes de retirarme de decirle a una pareja ante mí que puedo garantizarle un 50-50 de probabilidad de tener un hijo", dijo Brinsden.
"Si pudiera llegar a esa cifra en los próximos cinco o 10 años, creo que éste sería el mayor avance desde el punto de vista del paciente", agregó.
Grace MacDonald se siente orgullosa de haber sido una de las primeras receptoras de la FIV y sabe lo afortunada que fue. En la actualidad, el índice de éxito para la FIV es de alrededor del 27 por ciento. Hace 25 años era mucho menos.
"Algunas veces, me cuesta trabajo creer que fuera tan, pero tan afortunada en aquellos comienzos. Alastair fue más que un milagro. No sólo por el tratamiento sino por cada día a su lado.
Siempre le digo que estaba de Dios que él naciera", agregó Grace MacDonald.