LONDRES, INGLATERRA.- Las llamadas “ayudas al conductor”, como el control de tracción, podrán seguir usándose hasta el 2004 y no sólo hasta julio venidero como se había anunciado originalmente, declaró ayer la FIA.
La Federación Internacional de Automovilismo dijo en una nota enviada a todos los equipos que la decisión, marcha atrás respecto a lo anunciado anteriormente, se debe a consideraciones de costos y a la amenaza de un arbitraje por parte de equipos importantes.
El control de lanzamiento electrónico, el control de tracción y las cajas de cambio totalmente automatizadas iban a ser prohibidas a partir del Gran Premio de Gran Bretaña del 20 de julio, con implantación de sensores propios para evitar trampas.
“Los instrumentos técnicos que asegurarán la ausencia de ayudas al conductor requieren una inversión sustancial”, señaló la FIA en un comunicado.
Fuentes de la FIA, cuya central se encuentra en París, dijeron que los costos de supervisión iban a ascender a más de un millón de dólares.
“La FIA se muestra renuente a comprometer los recursos necesarios mientras no se hayan resuelto los procedimientos de arbitraje en curso o que se proyecten estén resueltos”, dijo la declaración.
“Así, la imposición completa de la largamente establecida prohibición de ayudas al conductor en el coche queda postergada hasta la primera carrera de la temporada 2004”, agregó la FIA.
Williams y McLaren advirtieron a la FIA en febrero que llevarían el caso a un arbitraje en Suiza sobre la manera en que los cambios fueron impuestos en la Fórmula Uno. Llevará, por lo menos, un año un fallo sobre el tema.
La FIA quería originalmente imponer dicha prohibición desde el comienzo de la actual temporada pero algunos equipos, que habían invertido mucho dinero en los sistemas, no querían que los cambios se efectuasen hasta el 2004, por lo menos.
El control de tracción, que reduce la rotación de las ruedas y facilita la conducción en piso mojado, fue prohibido desde finales de 1993 a 2001 cuando fue reimpuesto al reconocer la FIA la dificultad de controlar su seguimiento.
A muchos conductores no les gusta el sistema porque creen que acorta la distancia entre los mejores y el resto y diluye su habilidad.
Los controles de lanzamiento, normalmente activados al presionar un botón al comienzo, permiten a los coches salir despedidos de la parrilla de salida de forma rápida y firme sin depender del control del embrague de los pilotos.
Mientras muchos equipos pequeños no tienen más que unos cuantos expertos electrónicos a su disposición, otros como los campeones mundiales de Ferrari pueden tener hasta 60 de ellos.