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La frontera inteligente y la violenta/Actitud al día

José Santiago Healy

A decir de las estadísticas y del entorno internacional el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos que propuso Vicente Fox está más lejano que nunca para desgracia de los miles de paisanos que buscan un trabajo y una vida más digna allende la frontera.

Tanto en el 2002 como en el 2001 el número de migrantes capturados por la Patrulla Fronteriza cayó dramáticamente aunque las muertes registradas en la frontera fueron más de trescientas por tercer año consecutivo.

La explicación es sencilla: Las fuertes medidas de seguridad adoptadas a raíz de los atentados de septiembre del 2001 lograron disminuir el flujo de indocumentados pero al hacer más difícil el cruce se incrementó en términos porcentuales la cantidad de personas fallecidas.

Las estadísticas frías parecen demostrar que Estados Unidos no necesita tratados bilaterales para atacar el problema de los inmigrantes y que basta apretar las válvulas de seguridad fronterizas para reducir el flujo de ilegales.

En el año 2000 se registró el mayor número de detenciones al llegar a 1’643,679, cantidad que venía en vertiginoso crecimiento desde 1997 a pesar de la Operación Guardián y demás operativos del gobierno norteamericano.

Antes del 2000 la cantidad más alta de arrestos fronterizos ocurrió en 1986 cuando fueron detenidos poco más de 1.6 millones de trabajadores. En el 2001 la caída fue del 25 por ciento al superar 1.2 millones y en el 2002 se redujo otro 25 por ciento más al registrarse un total de 929,809 arrestos.

Con estos datos podemos asegurar que aquella propuesta atrabancada, pero esperanzadora del presidente Vicente Fox y secundada por su canciller Jorge Castañeda, de legalizar la estancia de millones de mexicanos al otro lado del Bravo quedará en mera ilusión política.

Los Estados Unidos pueden ahora presumir de controlar el flujo de migrantes sin necesidad de nuevas legalizaciones que tanto asustan y enfurecen a los norteamericanos tradicionalistas y racistas que quisieran que su país fuera sólo de rubios y de raza anglosajona.

Además la prioridad en Estados Unidos es la seguridad y por ello la idea de abrir fronteras y mercados con los vecinos ha pasado de moda entre la politicada yanqui. Por si fuera poco las relaciones Bush-Fox están más frías que nunca y con un canciller como Luis Ernesto Derbez sin experiencia diplomática será muy difícil que la situación cambie.

Lo más grave es que el paso de indocumentados seguirá su marcha y no habrá quién frene casos como el ocurrido el pasado nueve de enero cuando una persecución de la Patrulla Fronteriza concluyó con tres muertos y varios heridos de un total de 17 personas que viajaban en un pick-up por la carretera ocho rumbo a San Diego, California.

Lo indignante en este suceso fue que los patrulleros lanzaron hasta en tres ocasiones una malla metálica con clavos para ponchar el vehículo de los ilegales hasta provocar una fatal volcadura. Juana Hernández de 50 años, originaria de Jalisco y Victoria Sánchez Gasca de 17 años, procedente de Guanajuato, fallecieron en el accidente. Un bebé resultó con un brazo roto y ocho personas más resultaron heridas.

Una vez que la propuesta de un acuerdo migratorio chocó con pared en los obtusos mundos del Capitolio y la Casa Blanca en Washington, los esfuerzos se enfocaron a crear una “frontera inteligente” que garantice la seguridad que busca Estados Unidos al tiempo que permita un cruce ágil de autos y personas.

Para regiones como Tijuana y Ciudad Juárez este proyecto es vital y se dieron los primeros pasos con el sistema conocido como Sentri que permite cruzar la línea sin inspección ni largas colas con la ayuda de una credencial y un dispositivo electrónico colocado en el vehículo.

La Sentri inició hace cinco años en Tijuana pero se expandió a raíz de los sucesos del 2001 cuando la espera para cruzar era de dos horas en promedio. Los planes son bajar el costo del servicio de 129 dólares y ampliarlo a los vehículos de carga y transporte público.

Hoy el secretario de Gobernación, Santiago Creel, se reunirá en la frontera Tijuana-San Diego con el super secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, en un intento de alcanzar nuevos acuerdos para mejorar la vida diaria de las fronteras que resienten cada incidente que pasa en Iraq, Siria o Indonesia cuando muy poco tienen que ver con esas naciones.

Pero no podemos esperar milagros como tampoco concesiones para los millones de mexicanos que viven, consumen, pagan impuestos y contribuyen con su trabajo a la economía de Estados Unidos sin recibir todos sus beneficios por la falta de un documento que legalice su estancia.

Surgirá el anuncio de un nuevo carril para la Sentri o la agilización en el ingreso de los camiones, sin embargo no escucharemos acciones para reducir el sufrimiento de los 300 migrantes que mueren cada año en la frontera ni regulaciones para evitar que la Patrulla Fronteriza viole sin el menor recato los derechos humanos de nuestros coterráneos.

De los millones de mexicanos ilegales tampoco se dirá gran cosa, para ello habrá que esperar a las elecciones presidenciales de ambos países.

* Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana con Maestría en Administración de Empresas en la Universidad Estatal de San Diego. Comentarios a josahealy@hotmail.com

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