Washington(EFE).- El director de la agencia espacial de EU, Sean O'Keefe, dijo que se reanudarán, sin precisar cuándo, las misiones de los transbordadores e investigarán a fondo el accidente del Columbia, que dejó siete astronautas muertos.
En una comparecencia ante un comité conjunto del Senado y la Cámara de Representantes, O'Keefe afirmó que el Columbia no había mostrado problema alguno que amenazara su seguridad o la vida de sus tripulantes hasta que se desintegró cuando faltaban 16 minutos para su aterrizaje el 1 de febrero.
"Trabajamos de manera diligente para descubrir las causas del accidente", indicó el director de la NASA en la primera audiencia del Congreso sobre la destrucción del Columbia.
Mientras O'Keefe informaba a los legisladores, en el Centro Espacial Kennedy (Florida) llegaban dos camiones con las primeras piezas recuperadas del Columbia, recogidas en una franja que va desde Forth Worth, en el este de Texas, hasta la frontera con el estado de Luisiana.
Los funcionarios de la NASA explicaron que los fragmentos, los primeros de los más de 15.000 que componían el transbordador espacial más antiguo de la agencia, se almacenarán en el mismo hangar donde hubiera reposado el Columbia.
Allí serán inspeccionados por los expertos que designe una Junta de Investigación del Accidente del Columbia, encabezada por el almirante retirado Harold Gehman, a quien hoy se espera en Florida.
Los legisladores mostraron mucho interés en determinar hasta qué punto esa Junta de Investigación, designada por la NASA, tendrá la independencia suficiente para que su trabajo llegue a conclusiones claras.
El representante demócrata Ralph Hall, el de mayor rango en el comité, dijo que "una investigación que no fuera completa, detallada y cuyas conclusiones no sean claras sería un mal servicio en honor de los valientes hombres y mujeres que murieron a bordo del Columbia".
Pero el presidente del Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes, el republicano Sherwood Boehlert, dijo que debería reescribirse la carta constitutiva de la junta investigadora porque la actual no da garantías suficientes de su independencia.
O'Keefe, visiblemente emocionado, relató a los legisladores los últimos minutos del vuelo del Columbia y cuáles fueron las primeras medidas tomadas por él y sus colaboradores cuando se interrumpió la comunicación con la cabina del transbordador.
"La destrucción del transbordador me entristeció más allá de lo que puedan describir las palabras", dijo O'Keefe, quien afirmó que la agencia espacial continuará con las misiones de transbordador, aunque no dijo cuándo.
El programa de misiones espaciales que incluía cinco vuelos de transbordador para el año fiscal 2004 -que comienza el 1 de octubre próximo- "se ajustará según sea necesario, una vez que determinemos cuándo estaremos en condiciones de volar nuevamente".
"Sabemos que la lección de este accidente terrible no es que demos la espalda a la exploración espacial simplemente porque es muy difícil o arriesgada", agregó.
Durante los 16 días de su misión, que incluyó una visita a la estación espacial internacional Alfa, el Columbia no mostró problemas que amenazaran su seguridad, hasta el momento de su desintegración, recordó O'Keefe.
Una grabación divulgada el martes por la NASA sugiere que los problemas de calentamiento, ocurridos cuando el transbordador reingresaba en la atmósfera, no causaron alarma entre los controladores de vuelo del Columbia minutos antes de que el aparato se desintegrara.
La cinta muestra que los controladores reaccionaron con calma ante las anormalidades que comenzaron a registrarse en el Columbia.