México (Notimex).- Las nuevas tecnologías y el consumo de alimentos procesados que contienen elevadas cantidades de grasas y calorías han creado un ambiente propicio para considerar a la obesidad como la enfermedad del siglo XXI, afirmó el especialista Melchor Alpízar.
En el informe "La obesidad, una enfermedad con graves consecuencias para la salud que tiene solución", el presidente de la Clínica de Diabetes precisó que este problema se ha convertido en un mal crónico cuya incidencia aumenta día con día.
El experto en el cuidado de pacientes con diabetes señaló que este padecimiento es considerado como una epidemia, que lo mismo afecta a niños, adolescentes y adultos.
En términos generales, abundó, la gordura es consecuencia de un desequilibrio de energía, en el cual la ingesta de ésta supera el gasto de la misma durante un periodo prolongado.
Es decir, explicó, la energía que obtiene el cuerpo mediante los alimentos debe ser gastada conforme el humano realiza alguna actividad física, al no ocurrir esto, se genera la gordura u obesidad.
Alpízar resaltó que el mundo moderno y la tecnología han creado el ambiente propicio para que se desarrolle este padecimiento, ya que que el trabajo cotidiano ya no requiere de tanto esfuerzo físico ni de movimientos para realizarlo.
Lo mismo ocurre, continuó, con los medios de transporte, los cuales han hecho que el ser humano sea cada vez más pasivo y que tenga actitudes sedentarias.
Otro factor que incide en el aumento descontrolado del peso son las dietas altas en grasas y energía, que son procesadas a gran escala y que carecen de fibra y micronutrimentos indispensables para el buen desarrollo del ser humano.
Todo este ambiente, advirtió Melchor Alpizar, asegura irremediablemente que la obesidad sea considerada como la enfermedad del siglo XXI, fenómeno que ya se observa en varios países como Estados Unidos, Alemania y México, donde existen 31 millones de adultos con este problema, según los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Salud.
A los elementos anteriores, continuó, hay que agregarles otros factores como genéticos, metabólicos, psicológicos, medicamentosos, embarazo y lactancia, abandono del tabaco y las intervenciones quirúrgicas, con las cuales también se gana peso.
Explicó que existen dos tipos de obesidad, la androide y la gineceide o periférica. La primera, señaló, es un exceso de grasa en el abdomen y se asocia a diferentes tipos de enfermedades como la diabetes mellitus 2, gota, hipertensión y hasta la muerte prematura.
La segunda es menos peligrosa y se relaciona básicamente a la acumulación de grasa en la cadera y muslos. Este tipo de distribución de tejido adiposo se vincula principalmente a problemas de retono venoso en piernas y artrosis en rodillas.