México, DF.- El grupo español La Oreja de Van Gogh llegó a México para realizar una gira por varias ciudades de la República y para empezar firmó autógrafos en una tienda de discos de un centro comercial ubicado al sur de la ciudad.
Durante más de dos horas y media, el grupo español se dejó querer por sus fanáticos mexicanos, quienes hicieron fila desde temprana hora para tener un buen lugar.
Con disco en mano y uno que otro póster o camiseta, los más de 600 seguidores pasaron uno a uno con los cinco integrantes del grupo, quienes plasmaron su rúbrica ante los ojos impávidos de aquellos que nunca habían tenido tan cerca a sus ídolos.
En los primeros minutos de la sesión de autógrafos todo marchaba con paz y tranquilidad en la tienda, sin embargo con el paso del tiempo la emoción comenzó a desbordarse en gritos y lágrimas que no se podían contener.
“Siempre felices de estar en México porque le debemos muchas cosas, además es el país que nos abrió las puertas a América y nos emocionamos más al venir a este tipo de eventos llenos de gente que nos quiere ver”, aseguró Pablo, integrante del grupo.
Pablo Benegas, Álvaro Fuentes, Xabi San Martín, Haritz Garde y Amaia Montero aceptaron abrazos, besos y regalos, además de posar para cuanta fotografía pudieron.
Sobre sus próximos conciertos en México, el guitarrista aseguró que no estarán plagados de gran producción pero sí de bastante calidad en el sonido.
“Somos cinco en el escenario y tenemos claro que el show se basa en las canciones y queremos que la gente se la pase bien, eso es lo único que queremos”, explicó.
“Las canciones hablan de todo tipo de sentimiento al desnudo. Lo que impera es el amor”, dice Amaia, la vocalista de dulce tesitura, “creo que ha habido una progresión entre los tres discos. Particularmente, éste refleja el tiempo que hemos recorrido desde El Viaje de Copperpot hasta ahora. Nuestras vivencias y toda la madurez que hemos adquirido con el paso del tiempo y de todo lo que nos queda por aprender.
Se trata de una evolución en todos los sentidos: musicalmente, sónicamente, pero sobre todo en el terreno personal, porque a la hora de componer, siempre hablas de tus sentimientos y tus vivencias”.
Amaia asegura que la presión de superar el éxito de El Viaje de Copperpot no existe como tal. Claro, hay el temor natural de ver cómo va a reaccionar la gente con su nuevo disco, pero éste jamás fue compuesto pensando en que había que satisfacer las necesidades de la mercadotecnia.
“Estoy muy nerviosa y muy contenta a la vez, muy ilusionada porque hemos trabajado mucho en este disco y pues, bueno, ahora es cuando empieza lo de verdad. Cuando uno le empieza a enseñar el material a la gente, es cuando te das cuenta de lo que hiciste.
“Siempre tienes un poco de miedo de ver si el disco va a funcionar o no, pero nunca componemos presionados por las ventas o bajo temor, eso es algo que no te deja ser libre. Nosotros nunca pretendimos conseguir aceptación, no compusimos para hacer muchas ventas, lo hicimos porque nos gustaba y a la gente le gustó, eso fue una fortuna y lo mismo hacemos en este tercer disco”.
Y nuevamente aclaró que el grupo al cual pertenece desde hace cinco años tiene todavía mucho tiempo por vivir, además de que ninguno de ellos planea aún una carrera como solista.
Para finalizar, el músico afirmó que el asistir a este tipo de firmas de autógrafos representa buenos medidores para saber qué es lo que su público piensa de ellos.
“Es una buena forma de medir lo que está pasando”, concluyó.