Aumenta cada día el clamor por la falta de agua potable en el mundo y localmente. Existen países donde la sed es crónica. Esto quiere decir que se trata de un fenómeno climatológico que hace que la cantidad de agua esté repartida desigualmente, y haya sitios en África, Asia, Norteamérica, México, Chile, donde el recurso de agua es pobre por la escasez de lluvias, porque los desiertos avanzan implacables y en donde también se ha hecho mal uso del agua. La lucha por la supervivencia hace que existan condiciones de exigencia del recurso hídrico, como una necesidad inaplazable para el humano, plantas y animales, porque sin agua no hay vida.
Curiosamente el agua potable es cristalina y la sed tampoco tiene color, sea cual sea el color de la piel; pero como el agua tiene un valor inapreciable, más caro que el oro, el petróleo y otras riquezas, las políticas partidistas le dan un tinte colorido en sus acciones y promesas proselitistas, que no es humano. Azul, tricolor, verde, rojo como el Sol, entre otros, sólo son banderas que se esgrimen, mientras el agua sigue siendo cristalina y la sed no tiene color. La padecen los de piel amarilla, los pieles rojas, blancos, mulatos y negros, por igual las plantas y animales. Los países más pobres en agua, son aquéllos con clima desértico o semidesértico, con baja precipitación pluvial, hasta de 250 mm. anuales, como es el caso de La Laguna, donde además se sufren períodos prolongados de sequía recurrentes, que han hecho al final que se sobreexploten las reservas del subsuelo, que se apliquen las aguas alumbradas en forma irracional e ilegal en otros menesteres, más allá de las necesidades humanas.
La persistencia del fenómeno ha logrado que el acuífero principal se agote cada vez más y se desconoce actualmente cuánta agua queda, muy a pesar de que oficialmente se manejan cifras alrededor de 183 millones de metros cúbicos de déficit y por lo mismo, urge conocer la realidad antes que el destino nos alcance.
Desgraciadamente no se visualiza por ningún lado, el estado de ánimo del gobierno en sus tres niveles, de que en forma preventiva se aplique algún plan de solución, sino al contrario, el silencio y el soslayo, dejando ondear sus banderas políticas de diversos colores, cuando que el agua es cristalina y la sed no tiene color, como hemos visto. La Comisión Nacional del Agua, dependencia de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), maneja valores de la situación para nada confiables, con desinformación hacia el pueblo, quizá por intereses inconfesables, prevaleciendo los colores políticos en el manejo del recurso, asunto que sin la participación ciudadana, no se llegaría a ninguna solución. Mientras tanto, el pueblo ignora la realidad.
Se ha de insistir, por otro lado y en función de información, que la dinámica de las poblaciones, es decir, de crecer, disminuir o desaparecer, depende de dos cosas que son: El potencial biótico o reproducción de una comunidad en condiciones óptimas y por otro lado, la presión ambiental con escasez o abundancia de recursos naturales, como son el agua, los suelos, los minerales y la energía. Aquí en la región, además del potencial biótico, existe una presión del medio ambiente, con escasez del recurso agua que es fundamental para la existencia. Lo estamos viendo en el clamor sucitado por la sed, que se va generalizando en todas partes desde las colonias urbanas, Villa Nazareno, Villa Juárez, Tlahualilo, Mapimí, Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias, Viesca, Matamoros y los poblados de zonas áridas. Esto no es un cuento. Es una situación debida al mal manejo del agua desde los años cincuenta y el castigo inclemente natural de la falta de lluvias, con largos períodos de sequía que nos parecen interminables.
Las mejores alternativas de solución al caso, se resumen en: Aplicar la Ley Federal del Agua y su Conservación (art. 27 del capítulo II, título I) que estipula prioridades. Recargar los acuíferos por medio de obras civiles como las presas sobre el río Aguanaval. Aprovechar los abanicos aluviales, para lo cual existe amplia información. Evaluar el acuífero principal por medio de los Sondeos Electromagnéticos (Sems) propuestos por la sociedad organizada y no teóricamente por medio de las piezometrías en pozos piloto, como se ha llevado a cabo, que no llegan a los mil metros de profundidad, desconociéndose la topografía del vaso. Recuperar el volumen de aguas residuales y proteger los acuíferos con la impermeabilización de las plantas tratadoras y no permitir como a la fecha, el vertimiento de aguas residuales en el río Nazas, que pueden afectar las reservas. Finalmente, es prudente pensar en la reconversión de los sectores productivos agropecuarios a la industria e importante que todo el mundo tenga conciencia del problema de que se vive en el semidesierto, en donde el recurso primordial para la vida, el agua, escasea cada día que pasa y hay que cuidarlo, sin olvidar que el agua para beber es cristalina y la sed no tiene color.