TORREÓN, COAH.- Las actuaciones, sobre todo las últimas, de la gente que se encarga de la procuración y administración de la justicia en nuestra Entidad, dejan mucho que desear, a grado tal que la ciudadanía ya les perdió la confianza, por lo que es urgente que se haga algo cuanto antes, ya que no se debe permitir que sigan asumiendo una actitud que lesiona y lastima a la sociedad.
Así lo manifestó Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), al referirse al caso específico del auto de libertad que la jueza tercera penal, María Luisa Valencia García, dictara a favor de Ignacio Alberto Salas Arteaga, señalado como autor intelectual del homicidio de su concuño, Enrique Casillas Treviño.
Eso y la presumible deficiencia del Ministerio Público en comprobar de manera fehaciente su participación y responsabilidad en el sonado crimen, echa por la borda la confianza que todavía pudiera tener la ciudadanía hacia la Procuraduría y al Sistema Judicial de Justicia, señaló.
Resulta insólito, que aunque se cuente con la confesión del presunto autor intelectual y los señalamientos directos de sus cómplices así como de otros testigos, la juzgadora no lo haya tomado en cuenta y emita su dictamen de libertad a favor de Nacho Salas, dijo.
Otro ejemplo de cómo se aplica la Ley en Coahuila, son las liberaciones de los presuntos implicados en el caso Norman Ruelas, el Padre Nacho e incluso el de Carlitos Muñoz Valdez, donde luego que se concluyera con las respectivas averiguaciones y que los probables responsables estuvieron en el Cereso, los jueces los absuelven. Entonces, me pregunto: ¿Quién mató a esas personas?
Es urgente y necesario, pues, que las autoridades, tanto de la Procuraduría como del Sistema Judicial, rindan una explicación convincente al respecto, pues de otra manera cualquiera puede asesinar a una persona sabiendo que su delito quedará impune, terminó diciendo.