Jerusalén, (EFE).- La tumba de Zacarías, sacerdote hebreo del antiguo templo de Jerusalén y padre de San Juan el Bautista, que bautizó a Jesús, fue venerada como un santuario cristiano durante la dominación de Bizancio en Jerusalén, en el siglo IV de nuestra era.
Así lo testimonia una inscripción de aquella época descubierta por casualidad en un muro junto a la tumba, que se encuentra en el valle de Josafat o del río Kidrón, a los pies del Monte de los Olivos, muy cerca del Pilar de Absalom.
La inscripción, descubierta hace dos años, terminó de descifrarse recientemente; la Revista Bíblica de París publicó semanas atrás el resultado de la investigación, informa hoy, martes, el diario "Haaretz".
El arqueólogo que hizo el hallazgo es Joe Zías, de la Dirección de Antigüedades de Israel, después de observar una inscripción que está a nueve metros de altura, en un muro aledaño, cuando observaba una antigua fotografía de la tumba.
Zías recolectó fondos para construir un andamio e hizo una copia de la inscripción, que entregó a un colega de la Escuela Bíblica de Jerusalén, el sacerdote Emile Puech, famoso filólogo que colaboró para descifrar los "Rollos del Mar Muerto".
Puech encontró 47 letras en la inscripción de un metro veinte de extensión y diez centímetros de alto, y que rezan: "Esta es la tumba de Zacarías, el mártir, el santo sacerdote, el padre de Juan".
Según el Evangelio de San Lucas, Zacarías y Elisabeth fueron los padres de Juan el Bautista.
Puech, que está descifrando con Zías otras inscripciones, dice que la inscripción en el muro adyacente fue grabada unos 300 años después de la construcción de la tumba, lo que prueba que era un santuario venerado por los cristianos de aquellos años.