20 junio 2003
Porto Carras, Grecia, (EFE).- Los dirigentes europeos acogieron con elogios el proyecto de Constitución de la Unión Europea diseñado por la Convención, aunque mostraron su intención de "mejorarla" en varios aspectos.
"Todos los países estamos de acuerdo en que no debemos abrir en la Conferencia Intergubernamental (CIG) (que elaborará la versión definitiva de la Constitución)- todas las propuestas de la Convención, aunque hay posibilidad de mejorarla", destacó el presidente de turno de la UE, el griego Costas Simitis.
El texto de la Convención presenta grandes cambios, como la creación de un presidente permanente del Consejo Europeo, de un ministro de Exteriores, la simplificación de los Tratados, una nueva configuración de las instituciones comunitarias o la modificación del sistema de votaciones.
Sin embargo, hasta el propio Valery Giscard D'Estaing, presidente de la Convención, reconoció hoy que no está de acuerdo al cien por cien con todas las iniciativas del foro que él ha dirigido durante 16 meses.
Entre ellas destacó la ausencia de una referencia explícita a las raíces "cristianas" de Europa, en lugar de la mención a la "herencia religiosa" que figura en el preámbulo, o la lista no suficientemente amplia de materias (80) que se decidirán por mayoría, en vez de unanimidad. Falta, por ejemplo, la política exterior, por la oposición de países como Gran Bretaña, o la fiscalidad, que rechazan los nórdicos).
En este terreno de la eliminación de los vetos nacionales, Giscard opinó que "la CIG no irá mucho más lejos que nosotros, porque hemos llegado al límite de lo aceptable". Entre las nuevas materias que se decidirán por mayoría figuran las políticas de inmigración, control de fronteras o fondos regionales.
El ex presidente francés también expresó hoy sus reservas ante los líderes europeos respecto a la reducción del número de miembros titulares de la Comisión Europea -de 19 a 15- que propugna la Convención, y la creación de otros 15 comisarios sin derecho a voto, para que cada estado miembro tenga un nacional en el Ejecutivo europeo.
Tampoco el presidente actual de la Comisión Europea, Romano Prodi, está de acuerdo con la solución propuesta, ni con la creación de un presidente permanente del Consejo Europeo ni con el hecho de que no se generalice el voto por mayoría cualificada. No obstante, recalcó que "hoy es un día histórico para Europa", ya que "la Convención es prueba tangible de nuestro éxito".
Prodi restó importancia a una pregunta sobre las discrepancias mostradas en más de una ocasión con Giscard D'Estaing. "Hemos trabajado con dinamismo y diálogo, lo que nos ha permitido tratar cuestiones delicadas", comentó.
El presidente griego intervino con espíritu moderador y dijo: "Si no hay confrontación, no hay creación". Simitis subrayó, en nombre de los Quince, que el proyecto constitucional "ha sido aceptado como documento de base para la CIG", que se encargará de finalizar la redacción, y destacó la participación especial de la sociedad civil en su elaboración.
"Todos lo países defienden el proyecto de Giscard, a pesar de mantener algunas discrepancias", comentó Simitis. España, por ejemplo, en palabras de su ministra de Exteriores, Ana Palacio, dijo que hay "coincidencia generalizada" en el 90 por ciento de las propuestas, pero dijo que "habrá que analizar en profundidad, sin partir de cero pero sin sacralizar ningún texto", algunas medidas como el sistema de voto y el umbral de la mayoría cualificada.
El ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, señaló que "no se puede permitir que se reabra sustancialmente el proyecto, sólo habrá retoques aunque somos conscientes de que hay países con problemas".
El presidente de la Convención manifestó a los dirigentes de la UE que ahora lo que le "preocupa es lo que queda", en referencia a la CIG, y aunque su texto "no es un compromiso", se han incluido "demandas de todos los sectores civiles", que hay que respetar.
Aunque la fecha de finalización de la CIG le preocupa menos que "la calidad del resultado", Giscard pidió que no se demore, "porque los ciudadanos europeos desean una Constitución".
En este sentido, el presidente Simitis informó de que la Conferencia Intergubernamental se iniciará el próximo octubre y contará con un texto completo antes de las elecciones europeas del 15 de junio de 2004.
Fuentes de la futura presidencia italiana de la Unión aseguraron que su país "hará todo lo posible para finalizar los trabajos de la CIG a tiempo" para que los ciudadanos conozcan la Constitución que guiará su futuro a partir de 2006.