De Lobo Rampante, se presentará el séptimo número este jueves
TORREÓN, COAHUILA.- Este jueves, a las 20:30 horas, se presentará en el Instituto de Documentación y Centro Histórico Eduardo Guerra el séptimo libro de la Colección “Lobo Rampante”, de Sergio Corona Páez, bajo el título Viñedos y Vendimias en la Nueva Vizcaya .
Con este material, el autor desmitifica algunas afirmaciones que durante años escritores mexicanos del centro del país han venido divulgando en sus trabajos editoriales, y que de alguna manera han desvirtuado la verdadera historia de la producción vinícola en la Región Lagunera en el siglo XVIII.
“La importancia de este libro es que la Corona Española si permitía a los habitantes de Parras (indios y españoles) libertad de impuestos para la producción vitivinícola en esta época, esto contrasta con las disertaciones de los principales autores de la Hispanoamérica, en las cuales mencionaban que había una prohibición en el ejercicio de este oficio”, comenta con firmeza Corona Páez.
Esta recopilación de datos en la que el autor contribuye a su investigación científica con comentarios y análisis acerca de la situación, permite al lector darse cuenta de lo trascendental que fue Parras para la Nueva Vizcaya, ya que un tercio del volumen del vino que llegaba a España era producido en esta Región.
En el Siglo XVIII la Nueva Vizcaya estaba constituida por lo que hoy es el Estado de Durango; el sur de Coahuila (Torreón, Saltillo, Viesca y Parras); y la entidad chihuahuense, que eran los principales productores de vino legítimo, vinagre y aguardiente de la Nueva España.
La legitimidad consistía en verificar la pureza de cada una de estas bebidas, sobre todo en el vino que era utilizado, en primera instancia, con fines sacramentales, ya que una bebida impura podía traer problemas de descomunión.
Dentro de este contexto, Sergio Antonio Corona menciona: “Lo que pasa es que en muchos lugares de la República se mezclaba la uva con otro tipo de ingredientes que no eran permitidos, entonces esos productos no sólo se consideraban como ilegítimos, sino que eran perseguidos por la Ley”.
Sin embargo, uno de los descubrimientos más sobresalientes en esta obra, es que con estos documentos se desmiente que la primera actividad productiva en La Laguna fue el cultivo del algodón, ya que para principios del Siglo XVII en Parras ya se iniciaba con la agricultura comercial del vino y aguardiente.
A partir de esto, Parras llegó a convertirse en la parroquia más importante de la Nueva Vizcaya, a pesar de que para ese entonces, no era una población minera, por lo que a través de la agricultura comercial lograron obtener grandes cantidades de plata, “una actividad totalmente mercantilista”.
Con esta serie de libros, añade su autor, “la colección busca dar a conocer la historia antigua del norte de México con documentos que son inéditos hasta el momento de sus publicaciones”.
Acerca de los servicios...
Actualmente en el Archivo Histórico de la Universidad Iberoamericana Juan Agustín de Espinoza existen dos millones de documentos, que sirven como fuentes de investigación para toda la comunidad lagunera que desee consultar esta base de datos. Es Sergio Corona Páez quien se encarga de este recinto.
Sin embargo, una de las principales maneras en que se ha podido difundir esta información a sido a través de la Internet, que hasta la fecha cuenta con más de 70 mil fichas de catálogo en la red www.lag.uia.mx/archivo.
En esta misma página se pueden encontrar los números anteriores de la colección Lobo Rampante tal como si se tuviera el libro en las manos, así como las 62 ediciones del boletín electrónico mensual en formato word.
El objetivo principal del trabajo que se lleva a cabo en este centro de documentación radica en recibir, conservar y catalogar documentos, además de la difusión de los mismos para mantener las líneas de investigación que se reflejan en trabajos editoriales como los que se han presentado.
Corona Páez asegura que “estos libros más que ser creados con un fin literato o de cultura, se hacen pensando como un estudio científico, ya que parten de una metodología con lo que logramos generar conocimiento a los habitantes de la región”.
La importancia de este lugar, se puede medir de acuerdo a los reconocimientos que a lo largo de éstos cerca de seis años ha recibido el Archivo, tales como los que le ha otorgado la UNESCO al incluirlo en su portal, además de sobresalir con sus boletines virtuales y con el catálogo de San Ignacio de Parras.