Las elecciones extraordinarias para representante (Diputado Federal) por el VI Distrito que ocupará una curul en la 59 Legislatura del Honorable Congreso de la Unión es una más de las comedias que el pueblo paga.
Habituados a la costumbre de la naturalidad, con la mercadotecnia arrollándonos, la crisis arropando todas las esferas y los políticos acaparando la atención nacional, al ciudadano común sólo le queda llenarse más del escepticismo ante lo que las autoridades le imponen.
México de pronto se convierte en el país de la negación para los obreros y habitantes en general y se transforma en una nación llena de praxis y la cosa no termina ahí, sino que esas mismas tontas teorías son aplicadas a los ciudadanos a chaleco.
Ahora sucede que hasta con adjetivos se quieren levantar nuestros bien pagados legisladores, de Izquierda, Media derecha, Derecha dura, Izquierda Moderada, etc. ¡puras mentiras! En México por décadas -y de prueba irrefutable están las promesas fallidas por parte de los funcionarios, gobernantes y legisladores en turno- donde han mostrado que la falacia ha sido la única corriente política que usan y, se llama INTERÉS, que puede ser personal o de grupo. Como si nuestro país estuviera en la ruta boyante, ahora se lanzan otras elecciones (14 de diciembre 2003) para conocer al nuevo representante del VI Distrito de Coahuila, con gasto del escuálido pueblo, dinero que mejor debería utilizarse en la reparación de escuelas, hospitales u otros servicios y no tirarlo al viento para que dos o tres políticos hagan de su profesión un negocio de familia.
¿A quién le puede importar quién gane el VI Distrito? Al PRD que tiene 95, al PAN con sus 151 o al PRI ahora más “Partido” que una sandía madura lanzada desde un edificio de 100 pisos y con 222 diputados o sólo a una o dos personas que sin duda serán las beneficiadas, o al gurú del grupo, porque tendrá un levantadedo más en el Congreso para que apoye en alguna propuesta a su partido y de ahí no pasará la cosa, claro el fuero y impunidad, los sueldotes y prebendas que se llevará el ganador de la contienda, además el puesto de diputado le podrá servir como escalón en un futuro inmediato en el mismo gran negocio mexicano que es la política.
Soslayado el cambio social donde no se vislumbra el menor indicio de que el legislador se convierta en tribuno defensor de las causas ciudadanas, que como están las cosas son causas perdidas para el pueblo.
Congreso el nuestro, lleno de peroratas sazonadas con chapuzas y bordadas con mentiras y pintados sobre una “pálida estraza” por parte de los que se autonombran salvadores del país, falsos promotores por los que en las elecciones pasadas el desaire de los ciudadanos fue apabullante. Y como están las cosas en los recintos legislativos, con pleitos de cuentachiles y de lavadero, la verdad sea dicha, uno, dos o cien legisladores de los 500 más los 120 Senadores, no le hacen falta a la nación, al contrario salen sobrando, ¿por qué? países que sacan provecho y se reforman y su economía es superior a la nuestra, tienen menos legisladores y su sueldo no es tan oneroso como en los Estados Unidos Mexicanos.
Reconocimiento
La verdad se habían tardado, Saúl Rosales ha sido y sigue siendo el gran impulsor de las letras laguneras (Torreón, Coah.) Saúl Rosales contra viento y marea sigue desde hace décadas con sus talleres literarios permanentes y continuos. Son muchos los niños, jóvenes y adultos que encuentran en Rosales el yunque donde se pueden martillar y moldear los cuentos, ensayos, poemas, crónicas etc. Bienvenido y bueno el reconocimiento y la aceptación como miembro a la Academia Mexicana de la Lengua de las Letras. Saúl guarda algo que lo hace único en su especie, cimentada su enseñanza en la tolerancia y contando además con un rasgo, en estos tiempos extraviado, que se llama: humildad. Comentarios: linga_1031@hotmail.com