GÓMEZ PALACIO, DGO.- Hasta ayer por la tarde se habían prolongado las maniobras para recuperar la gasolina derramada e iniciar la reposición de la tierra contaminada y el tramo de oleoducto dañado, luego de la fuga del combustible que la tarde del jueves se registró en las inmediaciones del ejido Noé de este municipio.
El jefe de la Unidad Municipal de Protección Civil, Alonso Gómez Vizcarra, dijo que vía telefónica, Osvaldo Flores, director del Sistema Nacional de Protección Civil, ofreció todo el apoyo al Municipio por instrucciones de la Secretaría de Gobernación.
Alrededor de 35 trabajadores encabezados por Martín Ruiz Múzquiz, jefe del Departamento de Seguridad Industrial y Protección Ambiental de la Subgerencia Ductos Norte, Sector Torreón, de la paraestatal Petróleos Mexicanos, se abocaron a las labores de recuperación de la gasolina Premium que se derramó en una extensión de 150 metros, a través de las pipas que sustraían el líquido.
Horas después del incidente y hasta ayer al mediodía, habían logrado llenar alrededor de dos pipas con capacidad de 20 mil litros cada una, en tanto que no dejaba de fluir el líquido que quedó contenido entre la válvula de seguridad del ejido Noé y la otra que se localiza a 18.5 kilómetros de distancia, en las inmediaciones del poblado de Bermejillo.
Gómez Vizcarra señaló que los especialistas de Pemex detectaron una fisura de 70 centímetros en el paralelo cuatro del oleoducto que conduce la gasolina desde el Estado de Chihuahua hacia este municipio y que atraviesa por la comunidad de Noé, como origen de la fuga.
El trozo de tubo dañado, de diez pulgadas de diámetro, fue cortado y enviado para su análisis al área de peritajes internos de la paraestatal que se localiza en Monterrey, Nuevo León, con cuyo dictamen se podrán determinar las causas que originaron la fisura.
Según el reporte que los especialistas de Pemex dieron a la Unidad Municipal de Protección Civil, se descartaba un posible mal estado de la tubería, aunque empleados que resguardaban la seguridad en el lugar indicaron que se trata de una de las líneas de conducción de combustible más antiguas, pues fueron introducidas desde hace más de 30 años.
A la vez, la paraestatal no afirmó ni negó la versión en el sentido de que fueron empleados de una empresa particular subcontratada para realizar excavaciones en el sitio, guardando un absoluto silencio en torno a la fuga del combustible.
Esto ante comentarios de lugareños, de haber visto momentos antes de percibir el olor a combustible, una camioneta pick-up color azul con cuatro personas a bordo, quienes hicieron alusión a que había que cerrar las válvulas.
El encargado de la Unidad Municipal de Protección Civil dijo que tras la obtención del tubo fisurado, los trabajadores de Pemex se abocaron a iniciar las labores para reponer 15 metros del oleoducto afectado, para lo cual aplicaron beltonita en la tubería y paredes de tierra a fin de sellar y evitar la salida de combustible.
A las maniobras para eliminar cualquier riesgo por la presencia del combustible, se sumó la colocación de tramos de polietileno sobre la tierra contaminada.
Funcionarios de la Dirección de Ecología del Municipio y tres inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en el Estado, acudieron al lugar para conocer los efectos del derrame de gasolina en los alrededores y elaborar su propio dictamen.
Se estimaba que por la noche se llevaría a cabo una serie de pruebas de explosividad para eliminar toda posibilidad de fugas, lo que permitiría abrir las válvulas de seguridad y restablecer el suministro de combustible al resto del Estado de Durango y Chihuahua.
Los alrededores del sitio en que se registró la fuga, continuaban cercados por elementos del Ejército Mexicano apoyados por agentes de la Policía Ministerial y la Dirección de Seguridad Pública Municipal, aunque los vecinos del lugar habían dejado de percibir el olor a gasolina.