Por Cecilia Aguilar Acuña
El Siglo de Torreón
MATAMOROS, COAH.- El humo de las ladrilleras se levanta a temprana hora junto con la comunidad de la colonia Jesús Aguilera Luna, ubicada al costado norte del Periférico de esta ciudad. Una enorme nube gris cobija desde hace más de diez años a las casi 100 familias que viven en este sector.
José Luis Navarro López, -un hombre delgado y de tez enrojecida por el sol-, vecino de la calle 20 de Noviembre, marcada con el número nueve, dice que todos los lugareños ya están hasta “el cuello” por la situación.
“Mire, a cualquiera que le pregunte, le dirá que ya estamos hartos de vernos entre nubes de humo. Sabemos que esta situación a la larga nos traerá serias enfermedades respiratorias”.
Y es que las ladrilleras se encuentran a unos cuantos metros de las viviendas. Cuando el ladrillo lo están procesando, aquello parece una escena sacada de una película de terror: la visibilidad es poca y los ojos arden, pues son afectados por el humo envolvente.
María Concepción Rosales Piña, quien tiene su vivienda en la finca marcada con el número 211, mientras limpiaba los vidrios de una de las ventanas de su casa, añade que la gente del Ayuntamiento ha dicho que pronto reubicarán las ladrilleras, “pero como vienen diciendo eso desde hace mucho, pues ahora que les crea su suegra, nosotros decimos que hasta no ver, no creer”.
Esta joven mujer, quien dice trabaja en una maquiladora en Gómez Palacio, comenta que también han pugnado en la Presidencia para que introduzcan el drenaje en la colonia.
“Nosotros de ellos no hemos conseguido nada, pero ellos de la comunidad, todo, pues gracias a nuestros votos, están donde están” –añade mientras arquea una de sus cejas en una expresión de disgusto- “no me cabe que habiendo tanto dinero en el Municipio gracias a los impuestos que nos quitan, no puedan hacernos ese favor”.
Tierra, basura, hiedra seca y charcos de agua sucia se ven por doquier. Las casas, -casi todas de adobe-, tienen fosas para suplir la carencia del drenaje, “el que tuvo con qué para construir una fosa grande, no tiene problema, pero quienes no, batallamos mucho, pues cuando aquello se llena hasta el tope... ya se imaginará”, comenta mientras pasa una de sus manos por su cabello para arreglar uno de sus mechones.
Sus ojos también reflejan desaprobación cuando recuerda que no hace más de un mes, el candidato del Partido Acción Nacional a la diputación por el 06 Distrito Electoral, los visitó para prometerles a cambio de sus votos, ayuda para las problemáticas que enfrenta la colonia.
“Pero como nadie les cree, hubiera visto usted cómo se puso aquello... unas señoras se les pusieron ‘al brinco’ y les dijeron que ahora sería al contrario, que si querían sus votos, primero que vinieran a hacer obra”, apunta mientras suelta una risilla traviesa ante el recuerdo del incidente.
A Leticia Rojas Castañeda, cuya vivienda está ubicada en la avenida Los Ramírez, marcada con el número 413, le molesta que el arbotante que alumbra esa calle siempre esté prendido en el día y por la noche apagado.
“Quién sabe qué le pasa a este carajo... no se le entiende, cuando debe estar prendido, no lo está”, añade mientras camina por un montón de tierra suelta para manifestar, “¿ve aquello?, -se refiere a un espacio al final de una calle repleto de basura- la gente ya ni la hace, va y tira la basura... pos´ han de pensar que qué hacen, ya que el camión recolector viene solamente una vez por semana... pero no hay que ser tan coch...”, argumenta al tiempo que arruga su nariz para demostrar hastío.
Marcada prostitución...
Al decir de los vecinos entrevistados, la mayoría es gente que tiene que salir a Torreón o a Gómez Palacio para trabajar en las maquiladoras, pero a quienes les gusta la vida fácil, se dedican a lo que es considerada la profesión más antigua del mundo: la prostitución.
Un hombre como de unos 38 años, quien prefirió omitir su nombre por temor a represalias, dijo que en la colonia existe un prostíbulo el que también es visitado por uno que otro policía.
“De hecho, hace como un mes aproximadamente, hubo un pleitazo en el lugar donde un agente de la Policía Estatal fue golpeado, por esta razón, más tarde declararon toque de queda en la colonia, buscaban a los agresores para regresárselas, esto se puso feo... pero lo bueno, que duró solamente una semana”.
Al decir del vecino, dicho lugar está en la calzada Lázaro Cárdenas –calle principal- y es visitado por muchos hombres de los alrededores, “ya le digo, hasta por los agentes del orden”, ríe con marcada ironía.