LONDRES, (Reuters).- Un ladrón británico que se tropezó con una obra de arte que confundió con una cabeza humana conservada en un tarro, se asustó tanto que llamó a la policía para que acudiera a la casa donde había robado.
El artista conceptual Richard Morrison había hecho la cabeza a partir de tocino envuelto en un marco de alambre, flotando en un tarro de formaldehído.
Después de que el ladrón llamara por teléfono, la policía echó abajo la puerta de la casa de Morrison, situada en Liverpool, con el objeto de inspeccionar el lugar. Morrison regresó a casa y se encontró con que había sido asaltada dos veces, una por el ladrón y otra por la policía.
"A partir de la información recibida, era de vital importancia que investigáramos, para asegurar que no había nada sospechoso", dijo el detective inspector jefe Stephen Naylor, de la Policía de Merseyside, en un comunicado divulgado el martes.
"Al señor Morrison se le explicaron los motivos de los daños causados y nos disculpamos. Se está trabajando para reponer la puerta", agregó.
Morrison dijo al diario The Times que entendía por qué el ladrón pudo haberse confundido con su obra de arte.
"Es, obviamente, una pieza muy macabra, y supongo que a primera vista parece una cabeza, pero nunca imaginé que pudiera provocar esta reacción. Supongo que los policías se aferraron a la idea de vivir un momento de 'El silencio de los corderos' cuando irrumpieron en mi casa", dijo.
"(El ladrón) tuvo una crisis de confianza y confesó su delito a su madre", comentó Morrison que le había dicho la policía.