La actuación de la Seleccion mexicana de futbol en el estadio de los Gigantes allá en Nueva Jersey resultó un verdadero desastre.
Evidente resultó que el cuadro dirigido por Ricardo Antonio Lavolpe menospreció al rival y saltó a la cancha confiado en que encontraría un flan, con ello dio por descontada la obtención de la victoria.
Pero se les apareció el "chamuco" vestido de blanco, con una franja roja en el pecho y apenas a los veinte segundos de iniciado el encuentro ya el marcador mostraba la ventaja inca. El primer tiempo fue de pesadilla no sólo por que el cuadro bajo azteca era una coladera y se comió tres goles, sino por el verdadero "toque" que Perú les propinaba.
La Volpe insiste en llamar a jugadores que no tienen las agallas ni el carácter para vestir la playera verde y como botón de muestra está Juan Pablo Rodríguez; no voy a discutir la capacidad futbolística del mediocampista pero sí su actitud y la gran cantidad de veces que ha tenido ocasión de mostrarse y las desperdicia lamentablemente.
Fernando Salazar y Omar Briceño son otro par que si no fuera por la necedad de Ricardo no estarían en el máximo representativo del país o sea, que otros jugadores no surgidos del Atlas jamás tendrían tantas oportunidades y ventajas como los mencionados.
Perú no es ninguna maravilla, es más, si mucho me apuran practica un futbol lento y pasado de moda pero con la ventaja de que la mayoría de sus jugadores participan con equipos europeos y eso les permite ganar en frialdad y experiencia. Ahora La Volpe dice que México se debe salir de la CONCACAF; mejor ni le muevas, manito, por que con esta sacudida, ni polvo en la ropa te dejaron.
Un ridículo aparte fué la escaramuza protagonizada por los contendientes en el segundo tiempo donde la impotencia y el ardor se les salieron de cauce a los mexicanos yendo sobre Pizarro para vengar el resultado adverso y en un hecho que avergonzaría a cualquier equipo llanero, ambos cuadros abandonaron el terreno de juego para ir a "defender" a sus compañeros hasta la zona de vestuarios, todo esto ante el estupor de Brian Hall, árbitro del encuentro, quién no supo qué hacer ante tamaño desfiguro. No, si como decía mi abuelita: "cuando hay visitas, te luces".
Afortunadamente y como lo he señalado otras ocasiones no todo es futbol y Dios aprieta pero no ahorca.
La Selección Nacional de Basquetbol sacó la casta y en un trepidante encuentro venció 91-89 a la quinteta argentina.
El preolímpico que se celebra en San Juan de Puerto Rico fue el marco donde los nuestros a base de pundononor, fuerza y calidad lograron derrotar a un equipo que lucía muy superior apoyado en su jerarquía de subcampeón del mundo. Liderados por Eduardo Nájera los mexicanos reverdecieron laureles en el "deporte ráfaga" y de paso alimentan la esperanza de asistir a los juegos Olímpicos de Grecia 2004. Felicidades.
Otro mexicano demostró capacidad y temple pera no estar en el carnaval de la vergüenza con los futbolistas y obtuvo un resonante triunfo, hablamos por supuesto del tijuanense Esteban Loaiza, quien llegó a 16 victorias en la temporada cuando Medias Blancas de Chicago venció a Anaheim 5 carreras por 3.
Con esta victoria Esteban impone marca para pitchers derechos mexicanos en Gandes Ligas y se proyecta como uno de los mejores en la llamada "Gran Carpa".
Así, ni quién se queje.