Las estrías se producen por la ruptura de la piel y suelen aparecer con más frecuencia en los muslos, glúteos y abdomen. No suelen ser dolorosas, sin embargo son, en esta sociedad, antiestéticas y hay mucha gente que acude incluso a la cirugía para eliminarlas.
Suelen aparecer en el embarazo o con un aumento repentino de volumen corporal, siendo muy típicas en la obesidad.
Si ya estás sufriendo las molestas estrías, todavía estás a tiempo de combatirlas. Si bien en algunos casos pueden terminar desapareciendo, en otros al menos podrás reducir sus efectos visuales.
Para ello realizarás una especie de crema en la que lo único que necesitas es diez cucharadas de aceite de almendras y cinco gotitas de aceite esencial de lavanda.
Una vez mezclado los dos ingredientes de forma homogénea, ve mojando un algodoncito o gasa en ella y frota la zona afectada con suaves masajes circulares durante cinco minutos.
No abuses. Puedes hacerlo dos veces por semana.