Más que las Flores de Bach, lo que le recomendaría a los perredistas para tranquilizarlos en estos momentos de tanta turbulencia interna, es que se fueran a caminar a lo largo del Paseo de la Reforma, para que las Flores de AMLO, los armonizara y les diera un poco de paz, así como dicen que hacen las “gotas” del investigador alemán.
Ayer por la mañana, me sentía particularmente cansada, pero sobre todo estressada. Con muy buen juicio Lolita, mi hija, me prepuso ir a caminar por Reforma. No sabes lo bonito que está, mamá. Seguro este paseo te va a cambiar las ideas, me decía en tanto buscábamos un lugar para estacionarnos. Una vez que dejamos el coche a la altura del Ángel de la Independencia, empezamos nuestra excursión. Más que testigo de los evidentes cambios que veía a lo largo de la avenida, lo que me resultaba particularmente conmovedor, era el monólogo de una joven de 26 años quien aseguraba que nunca había visto su ciudad tan bonita.
Más que quejarnos de la inseguridad, de la contaminación y del tráfico, deberíamos ser más positivos y creer más en el Gobierno de la Esperanza.
Nos guste o no nos guste, López Obrador está cambiando la ciudad. La está rejuveneciendo y desempolvando. Ahora pasar por Reforma te da gusto, te enogullece. Antes yo evitaba esta avenida, pero desde que se dieron estos cambios procuro circular por ella. El otro día me dijo una señora ya grande que vive en las Lomas: Mira, yo no soy perredista. Dios me libre, pero debo reconocer que desde que han puesto la Reforma tan bonita, pienso votar por el PRD, pero no se lo digas a nadie.
Dejaron Reforma igual que como la vi, la primera vez que llegué del norte. Me acuerdo que tenía veinte y tantos años. No fue hace más de sesenta años, Lolita. Ahora ya tengo más ganas de ir al centro. Está tan limpio que ahora ya puedo caminar en sus calles. Así estaba cuando yo era joven. Ah, qué buen trabajo está haciendo este señor. Hay que reconocérselo”.
Hacía mucho tiempo que no oía a Lolita tan entusiasta con respecto a su ciudad. Me conmovían todas sus reflexiones, pero sobre todo, me interesaban sus observaciones. Mientras caminábamos, me decía muy ufana, todos los nombres de las plantas. Hay que decir que Lolita es una enamorada del mundo vegetal, en otras palabras es una horticultora de corazón: Mira, ésas como margaritas grandotas y de muchos colores se llaman “Guerberas”. Esas plantas chiquitas, rayaditas se les conoce como “Mala madre” porque tiran todos sus hijitos. Ve los helechos, los “Agapandos”, los “Cisus” y las “Hortensias”. Ve todas esas palmeras, ¡no te recuerda la ciudad de Barcelona? Si mantienen bien todo esto, en dos años la ciudad, va a estar todavía más bonita. Todo lo que han plantado está muy bien ideado, para que no se deteriore rápidamente.
Además, se ve que lo hizo alguien que sabe porque todas estas plantas son de bajo mantenimiento y no son caras. ¡Verdad que no se siente corrupción en este proyecto? Creo que Andrés Manuel lo hizo pensando en los ciudadanos, no lo hizo por negocio o porque quiere llegar a ser presidente. Yo estoy segura que lo hizo pensando en nosotros. Pensando en que mejora el ambiente y por consecuencia nos hará respetar más nuestra ciudad. Te lo juro mamá, que así como está el Paseo de la Reforma, los peatones no van a tirar basura y se van a sentir más dueños de su entorno. Debería hacer lo mismo en todas las colonias. Mira el piso, está nivelado, como que te dan ganas de caminarlo, hasta se podría venir a patinar. Estoy segura que teniendo más áreas verdes y bien cuidadas, no solamente mejora el aspecto de la ciudad, sino que también mejora la conducta de mucha gente. Es una manera de invitarnos a acercarnos a ella. Es una manera de darnos un poquito más de oxígeno y de dignidad.
Mira, esas rotondas llenas de “Petunias”. ¿A quién se le ocurriría pisarlas o destruirlas? Están tan bonitas y tan alegres. Todo esto te da esperanzas, mamá. De que todo puede florecer. Nuestra democracia, la justicia y la seguridad. A lo mejor te estoy pareciendo cursi, pero es que estoy muy orgullosa. Antes decía: México Sheety (México asqueroso). Antes decía: México, el defectuoso y el defecado. Y ahora, podría decir que el DF está ¡fregón!
¿Ya viste lo que hicieron en la avenida de Las Palmas?, me pregunta eufórica. Le digo que no que porque hace mucho no salgo de noche. Me mira extrañada y agrega con el mismo tono festivo con el que empezó su discurso desde que empezamos a caminar: Debajo de cada palmera pusieron unos reflectores que la iluminan igualito que las de Beverly Hills. Se ve precioso. Yo pensaba que era para un anuncio, pero no, ya llevan varios días así.
¡Y qué me dices de los camellones después de la Fuente de Petróleos? ¡Te has fijado que cada camellón está patrocinado por una empresa para que lo cuide y que la Delegación no tenga que invertir dinero? Son las empresas las que también están contribuyendo con el embellecimiento de la ciudad. La verdad, mamá, es que ahora sí Andrés Manuel, nos llenó de flores y de luz porque está todo muy bien iluminado. Mira, cuántos postes de luz. Creo que son de energía solar. Ni modo que te ataquen bajo un reflector tan intenso.
De regreso ya en el coche a la altura del museo de Arte Moderno, la entusiasta ahora era yo. Mira, Lolita, los “Geranios”. ¿Te acuerdas de esa canción de Joan Manuel Serrat que describe a unos geranios aplaudiendo?, ¡estoy segura que estos también tienen ganas de aplaudir! Tienes razón. Reforma está cambiadísima. Mira, en medio de las franjas de flores, pusieron “Tezontle” en el suelo. Así estaba hace muchos años cuando se bajaba la avenida en caballo. Híjole, ¿ya viste todas esas “Rosas”? ¡Qué bonitas, pero cuántas! Me acuerdo que en la época de Uruchurtu, cada vez que iba caminando de la casa a ver a mi mamá grande, le cortaba una rosa que le duraba muchísimos días en un vaso de agua. A lo mejor éstas son de la clase. Claro, que ahora ya no me atrevería a cortarlas. ¡Ya viste a todos esos jardineros que están trabajando? ¡Se ven felices! Además, de todas las flores que nos está regalando Andrés Manuel, está creando fuentes de trabajo.
Gracias a ti Lolita y a haberme propuesta este paseo, ya no me siento tan agobiada. No hay duda que tantas plantas, tanto verde y tantos colores, te hacen olvidar las presiones. Este paseo fue como una bocanada de aire fresco. Y eso que es lunes... ¡Verdad que hoy es como si fuera domingo? ¡Verdad que los capitalinos deberíamos de abrir más los ojos a estos cambios? Pero ¿sabes qué es lo más importante de todo Lolita?, que atrás de este proyecto, hay una gran dosis de generosidad. Allá en las oficinas del Zócalo hay un señor preocupado por todos los ciudadanos. Habría que agradecérselo. ¿Cómo? Cuidando todas las flores que nos echa a diario. Ah, qué Jefe de Gobierno tan adulador.
Durante mucho tiempo recomendaba a mis amigas las Flores de Bach para tranquilizar los nervios, a partir, de ahora, gracias a Lolita, les recomendaré su consejo: Las Flores de AMLO. En vez de unas gotitas por la mañana, sugiero que pase por el Paseo de la Reforma, ya verá de qué forma se reconciliará primero con usted y después con su ciudad.