CD. LERDO, DGO.- Hace millones de años cayó la primera gota, le siguió otra y luego muchas más que lograron formaciones extraordinarias de estalactitas y estalagmitas, concreciones calcáreas de aguas de infiltración subterránea.
El agua disuelta con el carbonato de calcio de las rocas sedimentarias se filtró por las grietas de las bóvedas de Las Grutas del Rosario, que al entrar en contacto con el aire y el gas carbónico formaron un precipitado sedimentado y solidificado que cuelgan de las bóvedas, éstas son las estalactitas.
Debajo de ellas, el agua que gotea forma las estalagmitas, cuando se juntan una y otra forman una columna calcárea. Para su formación transcurren entre seis y siete millones de años.
La coloración depende de las impurezas minerales disueltas en el agua, dando lugar a formaciones extraordinarias que van desde el blanco, rojizo y castaño.
Para poder apreciar esta belleza natural, tuvieron que pasar años y años, hasta que un día la curiosidad de unos mineros logró este descubrimiento.
Fue el 17 de diciembre de 1966 cuando un humilde trabajador de las minas localizadas en la Sierra del Rosario, aproximadamente a 20 kilómetros de Mapimí, trabajaba arduamente en sus labores junto con otros treinta compañeros, cuando de repente en una de las paredes escuchó un sonido hueco que llamó la atención.
Fue entonces que Simón Agüero Espinoza, actualmente de 65 años de edad, recuerda cómo acompañado de Benito Díaz Frayre decidieron investigar.
Ambos habitantes del Ejido Vicente Suárez, municipio de Lerdo, regresaron al lugar y vieron que salía un vapor caliente, al mover unas piedras encontraron una cueva.
Cansados por su trabajo, decidieron volver al día siguiente junto con otros dos compañeros, pero en esta ocasión decidieron llevar lámparas de carburo, al ingresar encontraron mucha agua por donde quiera que pisaban, el lugar era oscuro y tenebroso, por eso retornaron y avisaron a los otros mineros.
Desde entonces el lugar se hizo famoso entre los habitantes y poco a poco corrió la voz. A pesar de las labores que se han realizado por las autoridades municipales, falta mucho por hacer para lograr que este sitio se convierta en un lugar turístico para locales y extranjeros.
Lo más importante es mejorar el camino de acceso y poner señalamientos, mientras esté en malas condiciones como ahora, difícilmente acudirá el turismo, ya que los automóviles se dañan mucho, especialmente la suspensión.