A la comunidad no llegan los logros oficiales
GÓMEZ PALACIO, DGO.- La comunidad de Las Huertas y su respectiva ampliación, muy lejos parecen estar todavía de los logros anunciados en el Segundo Informe de Gobierno de la Alcaldía.
Ubicado al norte de la mancha urbana gomezpalatina, junto a la cuarta etapa del Parque Industrial Lagunero y muy cerca de la orilla del lecho seco del Nazas, este antiguo ejido presenta algunos importantes indicios de marginación.
El asfalto del camino que lleva hasta el lugar acaba exactamente cuando comienza el caserío y donde terminan las empresas del sector fabril. De ahí en adelante, la calle principal que cruza el asentamiento tiene una ligera capa de grava suelta; todas las demás son simplemente de tierra.
“Mire nomás el terregal que se hace, toda esa tierra nos causa molestias y se mete a las casas”, dice Mario Carretero mientras observa un camión que pasa por en frente de su casa levantando una nube de polvo.
Dice tener 52 años de edad, los mismos que lleva viviendo en Las Huertas y desde entonces ha visto pasar los días y los meses sin que se cumplan las promesas de los políticos. “Hace ya cuatro años que nos vienen diciendo que van a pavimentar y nomás no llega ese día”, comenta.
La rúa principal se observa emparejada y revestida de grava. Según el señor Carretero hace como cuatro meses unas máquinas hicieron ese trabajo. “Es lo único que hicieron”, dice.
El servicio de drenaje tampoco ha sido instalado. Al menos no por completo. “Aquí todavía usamos fosas sépticas... hace como cuatro meses metieron una tubería ahí en medio de la calle pero ya no supimos si funciona o no, ya no nos dijeron nada después y ahí está pero nadie lo usa”.
Mientras dos niños delgados y morenos juegan en el suelo con dos botes de aluminio frente a la desgastada fachada de la casa de Mario, éste platica: “cuando llueve los camiones ya no entran porque esto se pone feo, puro lodazal”.
Varias cuadras delante, por el mismo camino de tierra pero ya en la ampliación Las Huertas, Dolores Rodríguez de 78 años de edad come en el portal de su humilde casa junto con su hijo Rafael Ramírez de 39 años.
Llevan más de ocho años viviendo en este lugar y se quejan de los mismas carencias que el primer entrevistado. Se muestran escépticos ante los anuncios que las administraciones locales y estatales han hecho de obras en la comunidad.
“Nomás nos prometen... hace como tres meses y medio, cuando inauguraron el puente que está aquí adelantito, el Gobernador y la Alcaldesa dijeron que ya iban a meter drenaje y pavimento, pa’ mí que nomás lo dicen pa’ entretener a la gente, pero nos tienen en el olvido”, declara Dolores.
Rafael, por su parte, comenta que desde que estaba Carlos Herrera como presidente se les prometió la introducción de los servicios demandados, pero “primero les arreglaron a los del ejido Cuba”, alega.
Ella y su hijo que la cuida, viven de una pensión que es de mil 300 pesos al mes. Pero sus gastos son numerosos, ya que ella tiene que trasladarse constantemente al Seguro Social por sus problemas en las piernas, debido a los cuales tiene que usar una andadera para caminar.
No puede usar camión, dice, aparte de que tardan mucho en pasar. El viaje en taxi le sale en 90 pesos ida y vuelta. Además, platica que el costo de los servicios como la luz se ha incrementado considerable-mente. “En abril pagaba 75, ahora en agosto está llegando el recibo en 235 pesos”, explica.
Por si fuera poco, Dolores y Rafael tienen que aguantar todos los días los fuertes olores que emanan de las marraneras que se encuentran a espaldas de su hogar. “Por qué cree que estamos echando nuestro taquito aquí en frente, porque la peste no se aguanta”.
Ambos aseguran haber notificado ya al Comisariado Ejidal e incluso a la presidencia municipal, pero que ninguno les ha hecho caso. “Nos dicen que esa agente está en su terreno y que ahí puede tener a los cochinos... ya no haya uno qué hacer, pero, ni modo de irnos, pa’ dónde va uno”.
Escombro y basura
Desde la carretera que se encuentra a un lado del lecho seco del Nazas y que lleva al ejido Las Huertas de Gómez Palacio, la basura y el escombro puede observarse.
En la propia entrada de la comunidad se aprecian los montones de todo tipo de desechos. Entre el caserío la suciedad disminuye considerablemente, pero no deja de haber terrenos con bolsas, ladrillos, llantas, maleza, plásticos y artículos metálicos oxidados.
Sin embargo, el vecino, Mario Carretero, asegura que el problema principal con la basura está en las orillas del vado. “Ahí nomás llega la gente en sus camionetitas, saca el brazo y avienta las bolsas o los costales”, explica.
Sobre la frecuencia con que se cubre el servicio de limpieza, dice que cada semana pasan los vehículos recolectores por toda la comunidad.
Pero no declaran lo mismo algunos habitantes de la Ampliación Las Huertas. Rafael Ramírez comenta que hasta quince días pueden demorar los camiones de la basura en pasar por el lugar.
Respecto a las montañas de escombro, establece que a veces la misma gente pide que se les deposite a un lado de sus casas para luego utilizarlo en diferentes labores.
Problemas
A continuación se enumeran algunos de los problemas de los que se quejan los pobladores del ejido Las Huertas y su ampliación:
- Ausencia de drenaje.
- Falta de pavimento.
- Fétidos olores por marraneras.
- Basura en algunos sectores.
- Irregularidad en el servicio de transporte colectivo.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón