En días pasados en el Estado de México, se sacó a consulta popular la llamada “Consulta por tu seguridad” votaron alrededor de 800 mil personas, de esos votos 594,388 fueron vía telefónica, 53,546 vía Internet y en las urnas 160 mil. El tema de ésta consulta ciudadana fue la pena de muerte para delitos mayores tanto a las personas como ecológicos. El 85.4 por ciento contestó a favor de la pena de muerte contra el 14.6 en contra, sobre el tema de aplicar cadena perpetua a los policías y jueces cómplices y a violadores contestó a favor el 95.2 por ciento y en contra el 4.8 por ciento y por último sobre los 30 años de cárcel a los que cometan delitos ecológicos el 84.7 por ciento está a favor y el 15.35 por ciento en contra.
Temas por demás candentes y actuales, pero siento que el más importante por sus consecuencias es el de la pena de muerte, éste es un tema que desde mucho tiempo atrás se ha presentado sin que podamos ponernos de acuerdo. ¿ Es necesaria la pena de muerte? ¿En que casos? ¿Sería un remedio contra la criminalidad? Bueno pues en Estados Unidos existe y no se han abatido seriamente éstos índices, y la gran mayoría de los condenados, son negros e hispanos, por lo que se deduce, que el problema real es la falta de recursos para pagar la defensa, y para muestra tenemos al talibán gringo, de muy acomodada familia, a quien, aunque se le acusaba de traición a la Patria, y fue detenido en plena acción en el bando contrario, no se le aplicó la pena máxima, desde luego es presumible que tenía muy buenos abogados.
He estado preguntando a varias personas que piensan sobre éste tema y desde luego las hay que piensan que es la mejor solución, para los violadores, secuestradores, asesinos, pedófilos, etc. Y otros más que piensan que dado la gran deficiencia en la impartición de justicia se cometerían, valga la redundancia, grandes injusticias. Posiciones contrapuestas aunque ambas no dejan de tener sus razones para pensar así.
Las personas que han sufrido la pena y el horror de ser victima de un secuestro, violación ó crimen, obviamente la pena máxima le parece lo más adecuado, sin embargo considero que ésta sería como una liberación, una vida por otra, el problema que aquí se presenta, es que el criminal está muerto físicamente y la víctima está muerta en vida, su vida ya nunca será igual.
En los planteamientos sobre los temas de corrupción y ecología, definitivamente las penas deben de ser mucho más duras, porque en el primer caso, la complicidad es la que hace imposible la persecución de los delitos y los daños a la ecología en la mayoría de los casos son irreversibles.
La Constitución en su Artículo 22 en el cuarto párrafo contempla la pena de muerte en los siguientes casos: “Queda prohibida la pena de muerte por delitos políticos, y en cuanto a los demás, solo podrá imponerse al traidor a la Patria en guerra extranjera, al parricida, al homicida con alevosía, premeditación o ventaja, al incendiario, al plagiario, al salteador de caminos, al pirata y a los reos de delitos graves de orden militar”.
De acuerdo a lo anterior la pena de muerte sí está contemplada por nuestras leyes, si el día de mañana un juez declara a muerte a un procesado por cualesquiera de los delitos arriba contemplados, está observando y aplicando la ley, en otras palabras sería correcto, lo conducente en relación a dicho artículo sería solamente actualizarlo, sólo en el caso de los piratas resultó visionario.
Pero usted. amable lector ¿cree en realidad que se reduciría la criminalidad? Veamos, las cárceles ¿en realidad regeneran? ¿Cuánto nos cuestan a los ciudadanos las cárceles? Aquí habría que replantear el sistema penitenciario, sin ir al extremo de las cárceles en los Estados Unidos, que son privadas y los reos son trabajadores cautivos, auque si se les paga, y aún más allá en China, que son la mano de obra barata, la causa del “doping” porque no les pagan. Acá en México ni una cosa ni la otra, coincido que el trabajo forzado debe ser algo horrible, pero los que están afuera también tienen que trabajar, porque tienen que mantener una familia, no cree usted. Que serían mucho más regenerador un trabajo que estar todo el día simplemente no haciendo nada, luchando constantemente contra la depresión y la angustia, sin dinero para pagar una defensa ni para cubrir sus mínimas necesidades, menos las de su familia.
Sería más provechoso que las cárceles fueran casi autofinanciables, porque se podrían instalar talleres dentro y surtir de uniformes a los hospitales, escuelas y empresas descentralizadas, o simplemente maquiladoras, limpiar playas, plantar árboles, el reo recibiría un salario, lo cual sería altamente saludable, igualmente podían tener panadería, tortillería etc.,y sobre todo mucha limpieza. Me decía una señora con su hijo en la cárcel, “por favor, le suplico, pónganlos a hacer algo”.
Desde luego habría que diferenciar el tipo de cárcel para el tipo del delito, los delitos graves deberán tener penas mucho más altas, y las tareas que realicen más cerca de lo que se considera un trabajo forzado, resarcir a la sociedad del daño infligido, que el malvado lamente lo que le reste de vida el daño irreparable que le causó a su víctima, imagine usted. El tipo de pena que le aplicaría a la banda de asesinos de las mujeres de Cd. Juárez que las torturan y matan para, se supone videograbarlas, para los videos pornográficos violentos, aún así insisto, aplicarles la pena de muerte sería liberarlos.
Necesitamos mejorar nuestro sistema judicial, que nuestros ministerios públicos sean gente competente, apuntalar a los defensores de oficio con mejores herramientas de trabajo, solicitar a las universidades con carreras de leyes un servicio obligado, las cárceles están llenas de gente por delitos menores que permanecen años simplemente porque no hay quien les lleve el proceso, eso aunado a la corrupción y que a casi nadie le importa la suerte de éstos infelices. Implementar la pena de muerte sin un verdadero estado de derecho, nos llevaría a un estado de barbarie, imperaría la ley del más fuerte ó del más rico.