En el mes de junio se publicó en este diario el resultado de una encuesta aplicada a 520 ciudadanos laguneros (zona conurbada de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo).
El resultado de la misma revela que el principal problema que enfrentan las familias es de origen económico (77.3% de los encuestados). Del mismo se derivan otros, como el de la desintegración familiar, el alcoholismo, la drogadicción y la violencia intrafamiliar.
A la pregunta: ¿Cuáles considera que son los valores más importantes que se deben inculcar a las personas desde su niñez? el 77.1 % de los 520 laguneros respondió que el RESPETO.
La jerarquía de valores para esta muestra representativa de la Comarca Lagunera fue la siguiente:
1.- Respeto: 77.1%
2.- Educación: 51.9%
3.- Honestidad: 49.2%
4.- Responsabilidad: 46.3%
5.- Disciplina: 31.2%
Nótese que la RESPONSABILIDAD ocupa el 4° lugar.
Si buscáramos el origen de los principales problemas, ¿podríamos deducir que la falta de respeto es la causa principal? ¿Cuál es la interpretación que se da en nuestro país al respeto?
En el núcleo familiar, el padre es la figura que demanda respeto porque:
·Soy tu padre (marido, hermano mayor, etc.) y me debes respeto por esa razón.
·Trabajo y me ocupo de que no les falte nada y por eso me deben respeto.
·Empecé desde abajo y mira hasta dónde he llegado y por eso me respetas.
·En esta casa se hace lo que yo digo y tú respetas mis decisiones.
El respeto es un valor, incuestionablemente. El problema está en la interpretación; hay diferencia en obtener respeto por ser autoridad a ganarlo con acciones.
Volviendo al origen de los principales problemas que afligen a la mayoría de las familias mexicanas, ¿no será esta interpretación del respeto la que está directamente relacionada, digamos, con la violencia y la desintegración intrafamiliar?
En comparación con sociedades de países más desarrollados, la jerarquía de valores es diferente. La responsabilidad ocupa un lugar más importante y bien mirado, al practicarse se previenen muchos problemas. Veamos algunos ejemplos:
·Ámbito familiar: Paternidad/maternidad responsable.
·Económico: Vivir de acuerdo a los ingresos REALES y establecer, responsablemente, el orden de los egresos.
·Educativo: Aunque la Constitución Mexicana garantiza la educación primaria gratuita y obligatoria para todos los mexicanos como un derecho, es responsabilidad de los padres educar a sus hijos. El Estado lo contempla como un derecho y en este sentido, es copartícipe con los padres de familia ofreciendo los espacios para que se ejerza tal derecho, pero hasta ahora, no se sabe de ningún funcionario de la SEP que vaya casa por casa sacando a los niños para llevarlos a la escuela. Esta obligación es responsabilidad de los padres.
·Político: Cumplir y ejercer con responsabilidad las obligaciones y derechos que todo ciudadano, dentro de una sociedad civilizada tiene: mínimamente, respetar las leyes y votar.
En relación a este tema y dada la cercanía del pasado proceso electoral del seis de julio, hemos constatado diferentes interpretaciones que se dan en este país a la responsabilidad. Por principio de cuentas, nadie, absolutamente nadie se sintió responsable del resultado de las elecciones. Es más, desde el Presidente Fox para abajo, todos los involucrados se sacudieron rápidamente la responsabilidad.
El chivo expiatorio al que todos los medios informativos recurrieron fue a ese fantasma nebuloso que es el ABSTENCIONISMO. Y como ahora cualquiera es analista político y experto intérprete de las “múltiples lecturas” que arrojó este fantasma, el mensaje que según ellos envió la mayoría del electorado a través del abstencionismo fue: “No estoy de acuerdo con las ofertas de los partidos políticos” o “Me vale. A ver qué hacen.” (Los otros, no yo).
La abstención sin duda también es un derecho. Sin embargo, al ceder ese derecho, debo aceptar el resultado de quienes con su voto, participaron en la decisión. Esto es democracia: la decisión de la mayoría, sea ésta del 20, 30 o 40% del padrón de votantes.
Independientemente de la razón que cada quién haya tenido para abstenerse de ejercer su derecho de votar, el resultado refleja otro aspecto de la interpretación que se da en nuestra sociedad al valor de la responsabilidad. Anular el voto también lleva un mensaje, pero sin perder el derecho; la diferencia es que para ello se requiere tener un grado más elevado del sentido de la responsabilidad. Por lo tanto y por más que les pese, pocos decidimos por los muchos. Nadie los obligó a no votar así que su decisión también contribuyó al resultado de la elección.
Siempre que los mexicanos discutimos acerca del verdadero y real origen de los problemas en nuestro país, concluimos que falta educación. Habría que agregar RESPONSABILIDAD, desde la cabeza hasta el más sencillo de los ciudadanos.
Y por cierto, a 20 días de la jornada electoral, ¿quién es responsable de que se retiren los jirones de propaganda política que todavía cuelgan, lastimosamente, de muchos postes en nuestra ciudad? ¿Los dejarán ahí hasta que se los lleven las tolvaneras del 2004 o en esto también piensan recurrir al abstencionismo?