¿Le gustaría comer un bodrio?... Si le hicieran esa peregrina (1) invitación ¿qué contestaría? No sabe. Lo primero que piensa uno es que cómo se lo va a comer, si ni siquiera sabe lo que es.
Sin embargo la palabra bodrio no es del todo desconocida, e incluso de vez en cuando la usamos. O sea que bodrio está en la lista de todas esas palabras que usamos sin saber lo que quieren decir.
Bodrio lo aplicamos con mucha frecuencia a una película mal hecha, a un churro. Bodrio es descomposición de brodio que es un caldo de “sobrinas”, lo que quedó de varias comidas.
Usted revuelve el caldo de res con tuetanitos que sobró ayer, con algo de arroz y verduras que quedaron por ahí desde la semana pasada y con el resto de un guisado que está a punto de celebrar su primer aniversario en el refrigerador… Entonces con gesto de gran generosidad se lo regala en un envase desechable al primer pedigüeño que toca a su puerta pidiendo un taco. (2)
O sea que, en lugar de darle dinero al limosnero, le da aquel bodrio y al rato lo va a encontrar (al bodrio, no al limosnero) abandonado e intacto en la covacha del medidor de gas de la casa de junto. Entonces usted, con toda razón, se enoja, se enfurece y se pone hecho un basilisco. ¿Y qué es un basilisco? Porque también escuchamos por ahí esa expresión y tal vez hasta la usamos, pero no sería raro que no supiéramos qué es.
El basilisco es un animal mitológico que se supone que mataba con la mirada. (3) Tenía una mirada tan fuerte y poderosa, que se te quedaba viendo y te podía causar la muerte, como Gumaro Sotero, el personaje de Piporro, que como decía el buen Lalo: ¡Qué mirada tan pesada tenía! Pedía la cuenta en la cantina. Nomás veía el papel y se borraban los números. ¿Cuánto debo? No es nada, Gumaro, estás viendo, no es nada… Le salían gratis las borracheras. (4)
A propósito de ebrios, ¿de donde viene borracho? Pos de la cantina, pos de´onde. No, digo que ¿de dónde proviene la palabra borracho?
Hay varias versiones para explicar su origen. La que me parece más creíble es la que dice que borracho viene de burrus. Eso no quiere decir que el borracho venga en estado burrus, sino porque en latín burrus significa rojo y el burracho trae la cara congestionada por el alcohol y eso hace que se pongo rojo como una tuna roja (y no de vergüenza). Lo rojo se le nota mucho en la nariz porque parece payaso…
Y a propósito de caras. ¿Sabe usted por qué le dicen coco al fruto de cierta palmera? Tome por favor un coco y véalo detenidamente. Fíjese como, con sus agujeros parece la cara de un monstruo de ésos que dedican el tiempo que les queda libre a asustar niños. Bueno pues ése es el coco-monstruo. Aquél por el que, para asustar al chamaco, dice la señora: Si no te tomas toda la sopita, le hablo al coco. El muchacho malcriado contesta… ¿Y si el coco tampoco se quiere tomar la sopa?
Por si las dudas
1. Peregrina. En este caso “peregrina” no es una persona que se va a pie a visitar la Basílica de Guadalupe, sino que aplicado en esta forma el adjetivo “peregrino” quiere decir extraño, poco usual.
2. Generoso. Lo que usted no sabe, o no quiere saber, es que el pedigüeño pidió un taco pero esperaba que usted tradujera ese taco en un donativo, en moneda circulante.
3. Basilisco. Si además le encuentra usted al basilisco un asombroso parecido con la suegra, le recomiendo que mejor ni diga nada.
4. Recuerdo. Un recuerdo muy cariñoso para el buen amigo y queridísimo compadre Lalo “El Piporro” que se nos fue.
Rolando Campa Fuentes se declara víctima de la oleada de desempleo que ataca a nuestro país y dice que atenúa sus preocupaciones leyendo esta columna.
Respuesta: ¡Qué bueno que podamos servir de algo!
Frase loca... de remate
Claro que el amor es ciego. Por eso los novios desarrollan tanto el sentido del tacto.
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