¡Cuántas veces en la vida me han dicho: eres un idiota! Muchas. Es más, la mayoría de esas veces me lo he dicho yo mismo.
En algunas ocasiones, debo reconocerlo, tengo qué admitir que me estoy autocalificando con demasiada benevolencia y que bien podría haberme aplicado un calificativo más grueso, más agresivo. (1)
Como compensación permítame señalarle que el vocablo idiota no siempre ha sido considerado como un insulto. La palabra idiota proviene del griego y originalmente se llamaba así a la gente del sector privado, pero sin sentido peyorativo (2), o sea, ahora sí que sin afán de ofender…
Anteriormente, usted se encontraba a un empresario y tranquilamente podía decirle: Usted es un idiota ¿verdad? Y él, con toda naturalidad podría contestarle: sí señor, a sus órdenes, ¿qué se le ofrece? o algo por el estilo.
En aquellas épocas (3), se suponía que los empresarios, la gente que se dedicaba sólo a negocios propios, a asuntos privados y no al servicio público, era gente no necesariamente tonta, sino de poco alcance, de escaso desarrollo intelectual.
Los personajes más inteligentes de una comunidad eran los que ocupaban puestos públicos…¡Para que vea usted cómo cambian los tiempos!
Imagínese que decirle político a alguien era un elogio. Era casi lo mismo que decirle “Eres una lumbrera”.
El hecho es que, a pesar de la resonancia que tiene, el vocablo idiota no es un aumentativo (4). Idiota proviene del griego idiotes que se refiere a una persona no especialista, dedicada sólo a lo particular, de idios que es lo propio, lo personal, como en idiosincrasia que es una forma de ser característica muy individual o como en idioma que es un modo de hablar muy propio.
Consecuentemente el adjetivo idiota se aplicaba originalmente a la persona que no llegaba más allá de lo particular, que no era de grandes alcances y fue convirtiéndose en sinónimo de poco brillante, o sea, que ya para entonces vivir fuera del presupuesto era vivir en el error.
Por si las dudas
1. Calificativo. Podría aplicarme por ejemplo una palabra que termina en ejo y no es perplejo.
2. Peyorativo. Lo peyorativo es lo que te empeora. Se dice en el sentido de que te rebaja, te insulta.
3. Aquellas épocas. Me refiero a la remota antigüedad.
4. Idiota. El vocablo idiota tampoco se refiere necesariamente a las ideas grandotas que pueda tener una persona.
Pregunta: En alguna ocasión oí decir que el mosto es el jugo de la uva preparado para hacer vino. Sin embargo, en el proceso de fabricación de la cerveza también hay un mosto. ¿Será que la cerveza se hace con uva?, Angélica Usi Yong. México.
Respuesta: No, que yo sepa la uva no tiene nada qué ver con el proceso de elaboración de la cerveza. Creo que lo que pasa es que el mosto de la cerveza es el equivalente al del vino, pero con otros ingredientes.
Frase loca... de remate
Frase que se le atribuye a Anatole France: No hay castos. Lo que sí hay son hipócritas, maniáticos y locos.
Escriba a donjuanrecaredo @ hotmail.com