“Esos diamantes fueron antes de amantes de su mujer…”
“Dí Ana, ¿eres Diana?”.
En nuestro idioma abundan ese tipo de juegos de palabras. De hecho muchos de los escritores clásicos de la lengua española le entran “con fe” a armar frases ingeniosas a las que luego no siempre se les puede encontrar alguna utilidad práctica como sucede con Calderón de la Barca cuando dice por ejemplo “Apenas llega cuando llega a penas…”
En los principios de la radio y la televisión mexicana hubo un notable personaje Humberto G. Tamayo, locutor y creativo que a pesar de su voz pastosa tuvo gran éxito construyendo “frases” o “lemas” que en el argot de la publicidad se llaman “slogans” y que sin duda constituían todo un derroche de ingenio, como aquél que anunciaba “Medias de calidad, no calidad a medias…”.
Sin embargo en la época actual han florecido abundantemente los palíndromos o palíndromas, (1) frases o expresiones que se leen igual de izquierda a derecha que en el sentido contrario… siempre y cuando no se fije usted mucho en los acentos y en la separación de las palabras.
Debo confesarle sinceramente que a los palíndromas no les veo mayor utilidad que el entretenimiento o como ejercicios para adquirir mayor agilidad mental
El palíndroma más antiguo que yo recuerde es el de “Anita lava la tina”, pero luego han venido muchos más, a cual más inútil, porque nunca creo que lleguen a coincidir con una situación real.
“Onís es Asesino” dice uno de ellos. Ésta es una frase palíndroma porque se lee igual de izquierda a derecha que en sentido contrario. Bueno, se lee casi igual, porque en realidad, la frase leída de derecha a izquierda diría: onisesA se sinO.
Imagínese usted todas las circunstancias que tendrían que darse y coincidir en la vida real para que se diera la oportunidad de aplicar esta frase. Tendría que haber un tipo que llevara el nombre de Onís (2) que además le diera por andar matando gente, que a usted (o a alguien) le constara realmente que el tipo se dedicaba al oficio de matón y luego que usted o ese alguien, tuviera el valor de declararlo públicamente.
Eso ya se ve bastante difícil, con mayor razón si tratara de aplicar frases como “Salta Lenin el atlas”, “Átale demoníaco Caín, o me delata” o “Anás uso tu auto, Susana”. Todas esas frases y muchas más que tenemos por ahí, son palíndromas, no sirven para nada, pero se divierte uno con ellas.
Por si las dudas
1.- Acento y género. A los palíndromas puede llamárseles así, palíííndromas con acento en la í o bien se puede acentuarlos en la o: palindroooomas. También pueden ser de género masculino o femenino palindromos o palindromas.
2.- Onís. Aunque a primera vista el nombrecito de Onís me parece inaceptable, debo mencionar que hubo un ensayista español que se apellidaba así. Federico de Onís, autor de una notable antología de la poesía española e hispanoamericana.
Pregunta: ¿El antónimo de “deseo” es “incurio”?, Alejandro Vázquez. Cd. Acuña, Coah.
Respuesta: Fíjese que no, don Alejandro. El antónimo (lo opuesto) de “deseo” sería tal vez indiferencia o repugnancia. Quizá se refiera usted a la palabra incuria que es sinónimo de negligencia y podría ser el antónimo de interés o cuidado.
Frase loca… de remate
Cuando una dama dice no, quiere decir quizás; cuando dice quizás, quiere decir sí; y si dice sí, no es una dama. ¡Hasta mañana!
donjuanrecaredo@hotmail.com