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Las posadas ya no son como antes

CRISTAL BARRIENTOS TORRES

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- En opinión del vicario general de la Diócesis de Torreón, Francisco Castillo Santana, las tradiciones católicas y mexicanas como las posadas han perdido su valor original, pues en la actualidad los jóvenes acuden a ellas para divertirse nada más y no por el símbolo de piedad que representan.

El 16 de diciembre comienzan las tradicionales posadas y concluyen el 24 del mismo mes. Son consideradas fiestas mexicanas vinculadas al fervor religioso. Son días de pedir posada, de romper la piñata llena de frutas y confites, de recibir una bolsa con cacahuates y dulces. El inicio es justo nueve días antes de la Navidad.

“Las posadas representan la piedad de un pueblo pero ahora se entienden como ir a la disco a bailar, creo que se debe a la secularización de las costumbres religiosas, no es por mala voluntad sino porque los tiempos están cambiando y el significado original se pierde”.

En el inicio de la novena, el vicario general de la Diócesis da un mensaje: “Que nuestra piedad popular no se vaya a descristianizar, que no le quiten lo espiritual a las tradiciones mexicanas”.

Las posadas tienen su origen en la forma de evangelización de los primeros misioneros llegados a América que revivieron a manera de representación popular los acontecimientos relacionadas con el nacimiento de Jesús y particularmente con la manera en que José y María solicitaron posada en varios lugares antes del alumbramiento.

Las posadas ayudan a manifestar la alegría por el nacimiento de Jesús, pero también representan la acogida y fraternidad, dijo el sacerdote. María y José aquella noche fría, en una situación precaria y siendo forasteros en una condición de necesidad profunda, necesitaron de la ayuda de los demás.

Llamaron a la puerta de muchas viviendas para pedir posada y finalmente Jesús tuvo que nacer en una cueva, entre una mula y un buey porque, como dice el Evangelio, “no hubo un lugar para ellos en el mesón”.

La urgencia de completar el sentido de las posadas es hoy más apremiante. Los “Santos peregrinos” de ayer siguen presentes en los nacimientos ordinarios que no están ordenados de foquitos y figuras de barro, sino que están construidos por hombres y mujeres con mil carencias.

El aspecto social de la fiesta, dijo, en ocasiones sustituye el valor que la Iglesia quiere dar a los nueve días previos de la Navidad, como tiempo de reflexión.

Las posadas son el rezo del Rosario durante nueve días, cada uno de ellos posee un significado especial de acuerdo a las nueve jornadas del viaje a Belén que hicieron María y San José.

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