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MÉXICO, D.F.- La premier de la cinta Pandillas de Nueva York (Gangs of New York), que se realizó el martes en un complejo cinematográfico al sur de la ciudad, "sacudió" a los espectadores no sólo por su cruda trama, también por el sismo de 7.6 grados registrado en el Distrito Federal.
Con la presencia de Martin Scorsese en las salas siete y ocho de Cinépolis Universidad, la presentación del filme protagonizado por Leonardo DiCaprio, Cameron Díaz y Daniel Day-Lewis transcurría sin ningún contratiempo, e incluso dio pie a que el realizador dijera unas palabras a los primeros espectadores mexicanos en juzgar su obra.
Custodiado por elementos de seguridad desde que llegó al inmueble -alrededor de las 19:45 horas-, Scorsese fue llevado a cada una de las salas para que los invitados especiales, entre los que estaban Jesús Ochoa, José María Yazpik, Tiaré Scanda, Mónica Dionne y Tito, del grupo Molotov, pudieran escuchar las palabras del "maestro", como algunos artistas le llamaron.
Sin embargo, unos segundos después de dar la bienvenida a los asistentes de las salas, Scorsese tuvo que ser sacado del complejo debido al movimiento telúrico, el cual puso en alerta a más de un espectador, no así a los directivos del complejo, que en ningún momento evacuaron el inmueble.
Incluso, mientras Scorsese abandonaba el Cinépolis por una puerta de emergencia, algunos de los invitados salían de las salas para tratar de comunicarse con sus familiares y amigos, tal fue el caso de Francisco González Compean e Inna Payán, director de Altavista Films y Argos Cine, respectivamente, y el director Fernando Sariñana, quien acompañó en la premier a su hija Ximena.
Segundos después de haber terminado el sismo, que tuvo como epicentro las costas de Colima, la función de Pandillas de Nueva York en la sala siete del complejo continuó, sin que se requiriera la atención de los cuerpos de seguridad y prevención del inmueble.
Feliz de que chilenos vean filme sobre Cristo
El director estadounidense Martin Scorsese, ganador este año del Globo de Oro con Pandillas de Nueva York, dijo que está feliz de que los chilenos puedan ver su película La Última Tentación de Cristo tras años de prohibición.
"Estoy muy sorprendido y encantado de escuchar que la prohibición sobre mi filme se levantó", señaló el cineasta.
La exhibición del, tal vez, más polémico filme de Scorsese, considerado incluso por la crítica el más controvertido de la década de los ochenta por su contenido, estuvo prohibida en Chile hasta el pasado 9 de diciembre.
Ese mes entró en vigor en el país la nueva Ley de Calificación Cinematográfica, después de 28 años de censura ejercida por un comité en el que participaban incluso militares.
Así, gracias a esta legislación, que consagra la libertad artística, los chilenos podrán ver La Última Tentación de Cristo el próximo día 30.
Aunque organizaciones ultraconservadoras han anunciado que presentarán recursos judiciales para impedir su exhibición, fuentes del nuevo Consejo de Calificación Cinematográfico dijeron que ella es impostergable.
Al respecto, Scorsese señaló que sólo espera que haya mucha gente que quiera verla y que tenga "una experiencia emocional".
"Es muy importante (que la película) haya generado controversia", afirmó, aunque confesó que nunca pensó que sería censurada en tantos países.
Para el director de Taxi Driver (1976), La Edad de la Inocencia (1993) y Casino (1995), la gente que dice que la cinta atenta contra Jesucristo no debe verla.
"Es lógico que si te han dicho que te puede cuestionar tu creencia religiosa no quieras verla, pero eso es muy distinto a tratar de prohibir que otros que sí la quieren ver no lo hagan", señaló el actor, de 60 años.
La Última Tentación de Cristo permaneció prohibida en Chile hasta diciembre pasado, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dio en noviembre de 2001 un plazo de seis meses para que este país eliminara la censura cinematográfica.
Sólo pide agua y café
A diferencia de figuras del cine como Anthony Hopkins, Salma Hayek o Kevin Costner, quienes tienen fama de exigentes en los hoteles donde se alojan, el director Martin Scorsese se mostró sencillo durante su estancia en el DF, únicamente pidió agua y café descafeinado para su habitación.
-El cineasta no solicitó algún tipo de alimento o bebida en especial, como suele suceder con otras figuras del espectáculo.
-Acompañado siempre de dos guardias personales, un asistente, tres representantes de la distribuidora Columbia Pictures Estados Unidos y uno de México, el director causó buena impresión entre los huéspedes y el personal del hotel.
-Scorsese se alojó en el piso 39 del hotel, donde la habitación cuesta por noche aproximadamente 320 dólares.
-El chef del lugar le preparó enchiladas agridulces de camarón y pollo con salsa de tamarindo y nuez, además de agua de ciruela.
FUENTE: Agencias.