Dispuesto a continuar en los tribunales el litigio principal por la legitimidad de su cargo en la presidencia del CCE, Paulino Córdova Quiñones expresa tajante: “Ya no hay pretextos para trabajar”. Con la asignatura pendiente de participar en la reactivación del Foprodem, reconoce que la sociedad se ha quedado con una mala imagen, quizás pésima, respecto a la actividad que realizan los presidentes de los organismos y cámaras empresariales adheridos al Consejo Coordinador.
-Licenciado Córdova, ¿usted cree que ya terminó todo?
“No, de ninguna manera. Me queda claro que sigue el juicio principal y que puede tardar tres meses o entre uno y dos años. Eso no se sabe. Sin embargo, sí quiero apelar a la madurez de mis compañeros de cada cámara y organismo para sumar esfuerzos en torno al mejoramiento de la actividad empresarial”.
Entrevistado en el edificio del CCE, en la oficina principal del inmueble, Paulino dice que desde el 6 de marzo se siente, viste y calza como presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Sin embargo, asegura que no es él solo, sino una mesa directiva dispuesta a trabajar por el empresariado, a pesar de que el clima es adverso.
El ex presidente de Coparmex sabe que el grado de conflicto entre los dos grupos antagónicos del Consejo no desaparecerá; incluso, está consciente de que tal vez se podría agudizar aún más el pleito patronal, a raíz de la resolución que emitió ayer el Magistrado de la Segunda Sala Civil Unitaria del Tribunal Superior de Justicia de Durango.
Tal documento revoca el auto de la Jueza Segundo de lo Civil, quien había apercibido a Paulino en tres ocasiones (el 24 de marzo, en abril y el 8 de mayo) para que dejara de ostentarse como presidente del CCE y diera por suspendidos los efectos de la asamblea que los empresarios de ese organismo sostuvieron el 6 de marzo pasado.
Todo ello, mientras la juzgadora dictaba sentencia definitiva, con el argumento de que así se dejarían a salvo los derechos de la parte actora, es decir, Eleazar Gamboa Silva, quien hizo accionar el órgano jurisdiccional con la demanda que presentó contra la elección de Córdova.
“Ya no hay pretextos para trabajar. Lo que se requiere es disposición, independientemente de lo que ocurra cuando resuelvan los que tengan que juzgar en el momento que se dé por terminado el litigio”, indicó el entrevistado.
Luego expuso: “Algunas de las primeras acciones que vamos a hacer es alcanzar a completar el trámite de registro de firmas de los que tienen personalidad jurídica en el Foprodem; luego, reunirnos con la autoridad para la citación y ponernos de acuerdo para la primera reunión del Comité Técnico que administra dicho fideicomiso”.
Cronología del conflicto
En el último cuatrimestre del 2002 se aclara la fractura y la presencia de dos grupos al interior del CCE.
*A partir de entonces, Eleazar Gamboa Silva y Paulino Córdova Quiñones son vistos como los “gallos” de cada facción que busca presidir el Consejo.
El 31 de enero del 2003 se reúnen los empresarios y, al no tener candidato de unidad, se registran los antes señalados como aspirantes.
El 6 de marzo se realiza la asamblea en la que el grupo de Gamboa queda inconforme con una disposición y la abandona. El de Paulino la continúa y da por ganador a éste.
El 10 de marzo inscriben éstos el acta de la asamblea en el Registro Público de Comercio.
En ese lapso y hasta mediados del mes, Eleazar demanda en el Juzgado Segundo de lo Civil la nulidad de la elección.
El 24 de marzo dicho órgano judicial expide una resolución en la que da por suspendidos los acuerdos de la asamblea del 6 de marzo.
El grupo de Paulino Córdova apela en segunda instancia ese acuerdo de la jueza.
En abril surge un nuevo documento del Juzgado Segundo de lo Civil en el mismo sentido.
El 8 de mayo emite ese órgano judicial un apercibimiento más.
El 26 de mayo el magistrado Apolonio Betancourt revoca la resolución de la Jueza Segundo de lo Civil del 24 de marzo.
El litigio continúa.