NUEVA YORK, (Reuters).- A pesar del hueso que le atraviesa la nariz, la cabeza rapada y el rostro lleno de perforaciones ornamentales, este joven de Nueva York, de 25 años, admitió que su próximo paso lo tenía aterrado.
Sin embargo, a los pocos minutos, después de fumar un par de cigarrillos y respirar profundo, tomó asiento en el sótano de un salón de tatuajes, cerró los ojos y dejó que un amigo le hiciera una incisión con un bisturí que le dividió la lengua a la mitad.
La última moda entre los adolescentes y los veinteañeros que gustan de la modificación extrema del cuerpo consistente en hacerse una lengua bífida como la de las serpientes y algunos lagartos, según T.J. McGillis, que ofrece este servicio por 250 dólares.
"Todos quieren hacérsela. Podría convertirse en una moda muy popular, aparte de las perforaciones", dijo.
Esto parece una exageración, pero el editor de una revista cibernética, dedicada a la modificación del cuerpo, calcula que ya hay entre 1.500 y 2.000 jóvenes con lengua bífida y que la nueva moda está captando tanta atención que algunas legislaturas estatales de Estados Unidos se han apresurado para prohibir el procedimiento en sus estados.
Ian, el joven con el hueso atravesado en la nariz, que no quiso revelar su apellido, decidió dividirse la lengua después de haberse perforado las orejas y varios puntos de la cara, además de tatuarse la piel y hacerse otras modificaciones escondidas bajo su muy holgada ropa.
Primero, "me gusta como luce", dijo, al exponer varias razones por las que se había dividido la lengua: "Segundo, creo que será mejor para el sexo oral y las chicas se volverán locas. Tercero, todos, incluso sus madres, tienen la lengua perforada. Cuarto, soy un idiota".
COMO EN UNA CARNICERIA
El proceso es sangriento. En el caso de Ian, le pinzaron la lengua y luego le hicieron una incisión de cinco centímetros desde la punta hasta el centro. Parecía como si un carnicero acabara de cortar un pedazo de hígado fresco.
Pero existen otros métodos, como pasar un cordón por una perforación en la lengua atándolo fuertemente hasta que corte, o dividirla con un rayo láser.
En el caso de Ian, la sangre fluyó profusamente de su boca y cayó sobre la bola plateada que adorna uno de sus labios, pero después de varios enjuagues bucales la hemorragia se contuvo.
"Ve para tu casa y sepáratela", le indicó McGillis, ya que por las mañanas y en las noches debe apartarse ambas mitades para impedir que vuelvan a unirse.
Después de dividirse la lengua, Emrys Yetz, un joven de 20 años, dijo que al poco tiempo pudo comenzar a mover cada mitad por separado y hacer bromas en las fiestas, como recoger bolígrafos y lápices.
"Te hacen esto para que mejores", dijo y abrió la boca retorciendo cada mitad como si fuera un caracol con antenas.
Yetz considera que no hay gran diferencia entre su lengua bífida humana y las cirugías cosméticas de la cara o el aumento de busto. El único problema, según él, es a la hora de comer helado, pues es difícil lamerlo.
TODO NO ES DIVERSION
No es sorprendente que los médicos señalen que lamer el helado no es el único problema de la lengua dividida en los seres humanos.
"Cabe la posibilidad de una hemorragia o una infección que pongan en peligro la vida", dijo Lee Pollan, un cirujano bucal en Rochester, Nueva York.
Si eso no es suficiente, añadió, la división de la lengua puede dañar el habla, el sentido del gusto y causar insensibilidad permanente.
Asimismo, tratar de unir una lengua dividida puede ser un proceso complicado de cirugía reconstructiva y de injertos, explicó.
Sin embargo, a pesar de las advertencias médicas, dividirse la lengua es una diversión para los jóvenes, señaló el profesor de psicología Stephen Franzoi, de la Universidad de Marquette en Milwaukee, Wisconsin, que se especializa en temas relacionados con el atractivo físico y la estimación del cuerpo.
Es una forma de expresarse a sí mismo, de alienarse, de rechazar la cultura general y de imponer su independencia, explicó.
Al comparar a los que se dividen la lengua hoy día con los jóvenes que se dejaron crecer el pelo en la década de 1960, Franzoi dijo: "Se trata del mismo proceso psicológico, aunque más extremo".
"Exhortamos a los niños para que sean independientes, expresen sus sentimientos y hallen su identidad individual", dijo. "Cada generación tiene una forma diferente de manifestarse dentro de nuestra cultura, pero unos son más extremistas que otros".
Después de dividir su lengua, Ian hizo planes para perforarse cada punta, aun cuando un amigo le advirtió que tal vez a las chicas no les gustara eso.
"Creo que es algo grosero. Me aterra", dijo la peluquera Jill Johnson. "He salido con hombres que tienen el cuerpo completamente tatuado. Lo he visto todo, pero esto es demasiado para mí. Imagine cuando tenga 60 años con una lengua como esa".