Reuters
LA HABANA, Cuba.- Los hombres que tomaron un transbordador cubano armados con pistolas y cuchillos fueron neutralizados por las autoridades y sus rehenes quedaron a salvo tras unas 40 horas de amenaza, dijo ayer el gobierno.
“La totalidad de los que estaban en la nave fueron rescatados y salvados sin un disparo ni un rasguño”, dijeron las autoridades en un comunicado.
“No fue necesario emplear ninguna otra de las variantes concebidas para tomar el barco”, que estaba en el puerto de Mariel, a unos 60 kilómetros al oeste de La Habana.
Cuba había dicho el jueves que “se utilizaría la fuerza si la situación de los rehenes se hacía crítica” en el transbordador, que fue tomado el miércoles.
Entre las 50 personas que estaban a bordo del transbordador había varias mujeres. Una de ellas se lanzó a las aguas en la tarde del jueves desde la cabina del puesto de mando del ferry, sin que los secuestradores pudieran impedirlo, dijo la nota.
Tras ella se lanzó otra de las mujeres, en tanto uno de los jóvenes cubanos secuestrados abrazó al supuesto jefe de los secuestradores que empuñaba una pistola, y ambos cayeron al agua, dijo el comunicado del gobierno.
Uno tras otro de los rehenes, agregó, se lanzaron al mar y fueron “auxiliados por buzos”, mientras que los secuestradores fueron controlados por las autoridades policiales.
Para comenzar a controlar a los secuestradores, las autoridades emplearon la “intimidación psicológica”, interrumpieron la comunicación con ellos, aislaron la nave y “ubicaron dos escuadras de hombres fuertemente armados al borde del muelle en estado de alerta”, dijo el comunicado.
Cuba dijo también que había tomado todas la medidas para “la ocupación por la fuerza de la embarcación y arrestar a los secuestradores”.
Desde el jueves en la tarde hasta ayer viernes al mediodía, las autoridades mantuvieron silencio sobre la situación del transbordador, aunque la televisión local transmitirá un programa especial sobre el tema en la noche, al cual se espera que asista el presidente Fidel Castro.
Presencia de Castro
En la tarde del jueves, Castro se presentó en el puerto de Mariel para encabezar durante unas cinco horas el operativo policial, que trataba de neutralizar a los secuestradores y liberar a los rehenes.
Los secuestradores se apoderaron de la lancha de unos 15 metros de eslora en la madrugada del miércoles y forzaron al patrón a dirigirla hacia el mar en dirección a Estados Unidos.
Sin embargo, se quedaron sin combustible en aguas internacionales a 45 kilómetros de las costas cubanas.
Debido al fuerte oleaje en el Estrecho de Florida, que amenazaba con hacer zozobrar el barco, los secuestradores aceptaron que fuera remolcado al puerto de Mariel, donde exigían combustible para llegar a Estados Unidos.
En el transbordador viajaban unas 50 personas, entre ellas mujeres y niños, dijo el gobierno.
Es el tercer secuestro en Cuba en dos semanas. Un avión DC-3 con 37 personas a bordo fue desviado a Cayo Hueso, en el estado norteamericano de Florida, por seis hombres a punta de cuchillo el 18 de marzo, y un Antonov 24 de turbohélice fue secuestrado por un hombre con dos granadas falsas y llegó a Cayo Hueso el martes.
Cuba culpa a la política migratoria de Washington favorable a los cubanos, que mediante la Ley de Ajuste de 1966 -dice- promueve la emigración ilegal y la tolerancia una vez que los cubanos llegan a tierra firme en el estado de Florida.