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Lino Korrodi: El amigo de Fox

Gabriel Bauducco

Es amigo de Vicente Fox. Se conocieron hace una vida, casi, cuando ambos apenas salían de la universidad y trabajaban en Coca Cola. El tiempo pasó, pero Korrodi y Fox nunca dejaron de verse.

Cada uno ha confiado siempre en el otro. Y ha sido una buena fórmula. Ya cuando Fox intentaba alcanzar por primera vez la gubernatura de Guanajuato, Korrodi se ocupó de conseguir el dinero para la campaña. La historia se repitió siempre. Fox proponía y Korrodi conseguía los recursos económicos. Fueron una buena dupla.

Hasta que cuando Vicente Fox decidió ir por la Presidencia de la República, Korrodi tragó saliva y... aceptó ayudarlo otra vez. Lo suyo ha sido siempre la relación con el empresariado, porque él mismo es un empresario. Así es que se ajustó el cinturón y comenzó a recaudar dinero para lo que terminaría siendo la campaña presidencial más cara que hubiera afrontado alguna vez el Partido de Acción Nacional (PAN).

Fox ganó las elecciones y... todo el mundo feliz. Pero poco tiempo antes de aquel -ahora legendario- dos de julio en que se produjo el cambio de partido en el gobierno, Korrodi, Fox y el PAN fueron acusados de utilizar fondos provenientes del extranjero para financiar la campaña, un hecho penado por la ley.

Idas y vueltas por los vericuetos legales. Y, más de dos años después, todavía nada se aclara. Aunque el IFE ha dictaminado ya que fueron excedidos los montos de la campaña y que hubo financiamiento privado. El mismísimo canciller Luis Derbez podría estar implicado.

Korrodi se ha convertido en un personaje público. Pero, todavía, poco se sabe de él. Casado y divorciado, sí. Padre de tres hijas ya adultas a las que visita frecuentemente. Abuelo de varios nietos de los que habla con ternura. Se sabe también que estudió economía en Monterrey, que hizo un posgrado en Los Ángeles y que allá lavó platos para pagar sus estudios.

Por lo demás, hay cuestiones de su vida que ni él mismo conoce con exactitud, dicen. Como si tuvo once o doce hermanos (ahora viven sólo seis), o si nació el cinco de diciembre de 1943, o unos días antes, o unos días después.

Korrodi es un hombre amable. Y parece hablar con franqueza de su vida familiar, su infancia pobre, su padre alcohólico.

Pero si la gente lo conoce, no es por su vida personal, sino por el lugar que ocupa en la política hoy. Aunque, cuando uno entre a su oficina (una casa en las Lomas de Chapultepec, donde era la jefatura de campaña de Fox) de las primeras cosas que dice es: “yo soy empresario, no político”. Como si quisiera apartarse de una raza a la que no le gusta pertenecer.

¿La gente se pregunta de dónde salió usted?

Yo soy de Tamaulipas. La mía era una familia muy humilde, con muy escasos recursos. Estábamos en la pelea diaria por el sustento para sobrevivir. Mi mamá era la enfermera de un rancho y mi papá administraba el rancho de su hermano. Así es que mi vida de pequeño transcurría entre ese rancho y el pueblo de Ciudad Mante. Pero mi papá era una persona dada a tomar más de la cuenta. No es que yo quiera justificarlo, pero aquello era un pueblo, en fin... esas eran las condiciones. No sé cómo explicarlo... como tenía la facilidad de pasar su tiempo en la tomada, desatendía a la familia. Por eso nosotros sufríamos la falta de recursos económicos. La única que aportaba era mi mamá, Abundia se llamaba.

Así es que... ¿su mamá es un ídolo para usted?

Bueno... no quiero verla de esa manera. Creo que era una persona que se esforzaba mucho. Alguien que trabajaba mucho y se preocupaba para que toda la familia saliera adelante. Todos mis hermanos y yo buscamos mejores condiciones de vida. Y mi mamá nos apoyó a todos. Podríamos habernos quedado como empleados de alguna tienda en el pueblo. Pero ella nos metió en la cabeza que debíamos buscar más.

¿A dónde quería llegar?

Ahora, ya de grande, creo que aquella fue la mejor etapa de mi vida. Al final de cuentas, cada paso de sobrevivencia, era para mí como un triunfo. Primero salir del pueblo, más tarde conseguir la beca del Tec. Y el primer trabajo, cada paso era un triunfo, porque yo había nacido con nada. Y para mi mamá, era un alivio y un orgullo poder decirles a los vecinos del pueblo, cuando le preguntaban por mí, que yo ya era independiente. Todas esas cosas eran un acicate para poder seguir en la lucha.

¿Y ahora, que ya es adulto, cómo recuerda a su papá?

Híjole... en ese entonces a mí me daba mucha pena. Debo reconocerlo. No era fácil. Hoy, a la distancia, lo veo muy humano. Él tenía un problema en una pierna. Y me da la impresión de que le ganó ese problema que tenía y por eso bebía tanto. Además su hermano era doctor, un hombre más exitoso que él. Y si a eso le sumamos que mi jefa era una persona de mucho carácter, pues... se dejó llevar por su frustración.

¿Cuándo llegó a Coca Cola?

Cuando terminé la carrera de economía (en 1967). Estaban buscando profesionistas recién egresados de las universidades. Fue ahí donde me presentaron a Vicente Fox. Era un hombre campechano, a pesar de que ya era supervisor. Y así empezamos a viajar por los diferentes estados. La primera vez que me subí a un avión fue con Vicente. Porque yo, en mi perra vida... Llegamos a Tapachula y fuimos a parar al Camino Real. Imagínate, yo en un hotel de ésos, siempre había estado en lugares pulguientos, sobre todo en la época que había vivido en Los Ángeles.

¿Cómo era Vicente Fox en aquella época?

Un cuate bien aterrizado. Es como dos años mayor que yo. Él tenía 26 y yo 24, algo así. Ya entonces era súper carismático. Al poco tiempo designaron a Vicente para que se fuera a Tampico. Y me pidió que me fuera con él. Yo acepté. Vicente era un cuate con mucho liderazgo y era muy fácil hacer empatía con él. Tanto que llegó a ser presidente de Coca Cola. Y yo estuve con él en todo ese proceso en el que además de tener una relación profesional, nos hicimos amigos. A pesar de que Fox es un hombre muy abierto pero no es un hombre de muchas amistades.

¿Hasta que un buen día se les ocurrió llegar a la presidenciade la República?

Bueno, el proceso fue más largo. Ambos nos salimos de Coca Cola, él me invitaba a pasar fines de semana en su rancho, con la familia. Cuando fue diputado me invitaba a comer con él en la Cámara. Y cuando decidió lanzarse para la gubernatura de Guanajuato, me pidió que lo ayudara. Eso hice, consiguiendo el dinero para la campaña.

Qué chistoso, que de las primeras palabras que me dijo cuando entré a esta oficina fue: “no soy político”. Pero desde hace por lo menos 20 años ha estado ligado a la política.

Bueno, mira, siempre he tenido amigos también del PRI y del PRD. Además, de los amigos de la carrera, algunos nos dedicamos a las empresas privadas, otros al gobierno. Entre otras cosas, por eso siempre estuve ligado a la gente de la política y del gobierno.

Por eso, y porque es usted quien se encargó de conseguir el dinero para la campaña presidencial de Vicente Fox, es que llama tanto la atención que diga usted: no soy político.

Quizá, con eso quiero decir que no soy el tipo de político cínico y verborrágico. Al menos no quisiera serlo. Por ejemplo, nunca he pensado en un cargo. Nunca pensé tener un puesto en el gabinete.

¿El Presidente nunca se lo ofreció?

No, nunca. Nunca por lo menos en esos términos. Aunque yo siempre le dije que iba a ayudarlo, en lo que hiciera falta. Y acordamos que sería en la relación con el empresariado. Él no me lo ofreció, pero yo tampoco se lo pedí.

Según entiendo, se encarga usted de algunas cuestiones personales del Presidente.

No, ya no. Lo que sí hago, como le dije, es mantener la relación del gobierno con los empresarios. Pero debo reconocer que ahora debo tener más cuidado que nunca, por como está revuelta toda esta situación de Amigos de Fox. Lo que hago es conseguir fondos para algunos proyectos sociales.

¿También consigue fondos para la fundación Vamos México?

No.

Por qué no?

Porque tengo que ser respetuoso de los proyectos de la esposa del Presidente. Obviamente no tengo por qué involucrarme. No quisiera involucrarme en ese tipo de proyectos.

¿Cómo se lleva usted con Marta Sahagún?

Bien, muy bien.

¿Está seguro?

Mira... yo sé que se ha dicho mucho en ese terreno. Te lo voy a contestar directamente. Entre campaña y campaña, las cosas eran muy difíciles, todo se complicaba. Y para ninguno de los que estábamos en el círculo más cercano de Fox, la vida era fácil. Cada uno tenía su área de trabajo, pero algunas veces se mezclaban. Y muchas veces nos cuestionábamos y confrontábamos. Pero esa confrontación era abierta y sana. Ahora... en el momento en que el Presidente, que es mi amigo, decide casarse con Marta, a mí no me queda... quiero decir, si es mi amigo, debo ser respetuoso de su decisión.

Déjeme que aclare las cosas. ¿Está usted diciendo que aguanta a Marta Sahagún, nada más porque se casó con el Presidente?

No, para nada. Yo no soy una persona complicada, conflictiva o visceral. Lo que digo es que tengo que ser respetuoso con la esposa de mi amigo, el Presidente. Como lo soy con las esposas de todos mis amigos.

Lo oigo decir tantas veces “es mi amigo”... y lo primero que me viene a la cabeza es pensar que para muchos, ser amigo del Presidente, debe ser un problema.

Para mí no, porque somos amigos desde hace 34 años. No soy un oportunista. No soy el advenedizo y arribista. Soy alguien que lo conoce desde hace una vida.

Tiene usted en jaque a la presidencia... Y me sorprende que mantenga esa sonrisa cuando le digo esto.

No, yo no lo veo así. Además, no tengo ese tamaño.

Es grave que no tenga la dimensión real de los hechos.

Sí la tengo. Conozco las entrañas de los hechos. Conozco perfectamente el funcionamiento de Amigos de Fox. Y estoy totalmente seguro de que toda esta agresión tiene que ver con un carácter político, pero no legal. Y todo se ha vuelto una jungla en la que todo el mundo ha tenido la oportunidad de hablar.

Todos han tenido la oportunidad porque usted nunca dijo exactamente qué pasó. Es más, usted dejó la puerta abierta para todas las especulaciones. Nunca dijo: “no recibimos fondos del extranjero”.

Nunca recibimos fondos del extranjero. Pero si por algún lugar entraron fondos del extranjero, no son cuestiones que me atañen a mí o al presidente Fox. No tuvimos conocimiento de eso. Si alguien hizo eso, lo hizo sin nuestra anuencia.

Tanto usted como el Presidente ponen la pelota fuera de la cancha... ¿por qué se ríe?

Porque yo sería el principal preocupado si eso hubiera sucedido. Te puedo enseñar los estados de cuenta de Bancomer. La gente de todas partes del país depositaba dinero.

si ahora me quiere enseñar los estados de cuenta, ¿por qué en su momento interpuso un recurso de amparo para que no pudieran investigar?

Porque no me parecía correcto. Porque lo hacían con ánimos de desdeñarme. Porque querían con eso echar tierra a los sexenios anteriores en los que se usaba dinero del pueblo para las campañas.

o usted puso un recurso de amparo para que la Comisión Nacional Bancaria no investigara.

Porque se trata de cuentas personales. Y no se vale que salga un patán a ventilar tus cuentas personales y diga que Lino Korrodi tiene un chorro de lana. Porque México es un país muy inseguro. Es casi criminal. Conmigo cometieron atropellos impresionantes. Me tenían colgado con el Cisen.

Le decía que tanto el Presidente como usted tiran la pelota fuera de la cancha. Fox dijo en una entrevista en CNN “yo no administré los fondos de la campaña, fue mi partido”. ¿No cree que se van a echar en contra al PAN?

Es que esa fue la verdad. Ellos administraron los fondos. No es demagogia. Y tampoco es evasión. Créeme, el Presidente, cuando era todavía candidato, estaba tan, pero tan ocupado, que realmente no podía estar ocupándose de esas cuestiones. Había tantas cosas que atender, que de verdad no podía.

Los fondos de la campaña no son una cuestión menor, señor Korrodi. Es más, probablemente, hayan ganado gracias a la campaña que no hubiera existido sin los fondos.

Es verdad. La tarea fue enorme. Y no lo digo porque yo lo hice. Obviamente el dinero era un punto importante. Creo que el PAN nunca había conseguido los fondos que se consiguieron para esta campaña.

¿Se siente protegido por el Presidente?

No. Pero eso es algo que él no tiene por qué hacer. Me dicen que soy la mamá de Tarzán, porque él rehuye a dar la cara por mí. Pero no tiene por qué hacerlo. Y yo ni siquiera me atrevo a pedírselo. Lo entiendo. Créeme que lo entiendo. Y lo justifico.

¿Siguen siendo tan amigos como eran antes de que Fox fuera Presidente?

Amigos, amigos. No nos vemos muy seguido, porque tengo que ser respetuoso. Pero cuando nos vemos hablamos de la familia, los nietos, la relación con Marta.

¿La señora Sahagún está en esas reuniones?

No.

¿Por qué?

Porque son reuniones que tenemos nosotros. Pero si Marta está, claro que la saludo. Es más, me invitó a la boda de su hijo en la Hacienda de los Morales y no tenía por qué hacerlo.

¿Qué pasaría mañana con su amistad con Fox si se demostrara que efectivamente ingresó dinero del extranjero a las cuentas de la campaña?

Pues yo tendré que asumir mi responsabilidad. Y él... bueno, como Presidente tiene que tomar sus precauciones. Tiene que protegerse. www.geocities.com/bauduccogabriel

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