Luego de recibir un curso de entrenamiento durante más de 20 días, en Viena, Austria, los mexicanos Benjamín Ruiz Loyola y José Luz González Chávez, dijeron estar listos para inspeccionar armas de destrucción masiva, en cuanto los requiera la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Los investigadores de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, regresaron a nuestro país, luego de que fueron elegidos por la ONU para recibir el entrenamiento que los convierte en especialistas de armas químicas en Irak, y es probable que entren en acción en marzo próximo, cuando se requiera relevar a otros inspectores en ese país.
Los especialistas en química recibieron capacitación en armas nucleares, biológicas y misiles de largo alcance. La ONU cuenta con casi 400 inspectores en armas de destrucción masiva y los mexicanos formaron parte de un grupo de 57 especialistas capacitados en la capital de Austria.
Entrevistados por Notimex, los expertos consideraron que Estados Unidos, Inglaterra y sus aliados, deben tomar el ejemplo de Francia, Alemania, Rusia y Bélgica, y dar a la ONU el tiempo necesario para poder comprobar si Irak tiene o no armas de destrucción masiva.
Consideraron que de acuerdo con el Derecho Internacional, ningún país debe tomar una acción unilateral, y coincidieron con la opinión de la mayoría de los países que integran el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre ellos México, en el sentido de que se busque una salida pacífica a este conflicto.
“Esa sería la forma de resolver pacíficamente un conflicto muy complicado, y es la forma efectiva de alcanzar un desarme real. Si se optara por la vía armada, sería una actitud demasiado estúpida porque no es posible pensar en que va haber desarme cuando estamos llenando ese país de armas, así provengan de grupos aliados”, criticaron.
El entrenamiento de los mexicanos comenzó el 20 de enero y concluyó el 7 de febrero del presente año, en las instalaciones de la Comisión de Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección (UNMOVIC, por sus siglas en inglés), que encabeza Hans Blix.
Ruiz Loyola y González Chávez dijeron que el curso fue muy intenso, bastante pesado, hubo jornadas fuertes, pero valió la pena, ha sido muy enriquecedor y se ha logrado una gran experiencia. Detallaron que el curso tuvo diversos tópicos, se habló de la base legal de UNMOVIC y las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el problema de Irak y las inspecciones, así como de las condiciones políticas, sociales, económicas, religiosas y culturales de este país asiático.
Practicaron en la Escuela de Defensa Químico-Biológica y Nuclear del Ejército de Austria. Después tuvieron una serie de pláticas con instructores que viajaron directamente desde Bagdad a Viena. Ellos siguen trabajando con otros inspectores de varios países en este momento. Al final, los mexicanos tuvieron algo así como un examen que consistió en un ejercicio de inspección en instalaciones militares del Ejército austriaco, donde estuvieron trabajando tres horas con temperaturas de alrededor de 10 grados centígrados bajo cero.
Ruiz Loyola, también Jefe de la Sección de Química Experimental y Aplicada de la FQ de la UNAM, afirmó que “estamos esperando que nos llamen en cualquier momento si las condiciones políticas permiten que haya más tiempo para el trabajo de inspección” en Irak.
Explicó que Naciones Unidas tiene una lista conformada por aproximadamente 300 inspectores, a ese número se suman los 57 que estuvieron trabajando en Viena en esta ocasión, lo que hace un total de 357, de los cuales, en estos momentos, 140 están trabajando en Irak.
Hay especialistas en armas nucleares, químicas, biológicas y misiles de largo alcance. “Somos aproximadamente 210 inspectores en lista de espera. Estamos listos para dos eventualidades, por ejemplo, sustituir a los que serán relevados en marzo”, expresó.
Refirió que Naciones Unidas ha dicho que el si hay tiempo suficiente se podrá incrementar el número, frecuencia e intensidad de las inspecciones. “En esas dos vertientes está la posibilidad de que podamos ir antes de esa fecha o después, todo depende de cómo se vean las condiciones”.
Por su parte, González Chávez, investigador de la Facultad de Química, reconoció que ser inspector de seguridad en un país como Irak tiene sus riesgos no sólo por las armas que pudiera haber, sino también por las personas, los alacranes, víboras venenosas y el clima, donde la temperatura sube a más de 50 grados en el verano.
Consideró importante que no todos los inspectores sean de naciones poderosas como Estados Unidos, Inglaterra o Alemania. “Mi comportamiento y decisiones serán totalmente independientes de cualquier presión o intereses políticos o diplomáticos que puedan existir. Antes que nada están los principios”, puntualizó.
En el territorio iraquí, indicó, se pretende tener conocimiento de productos químicos utilizados en la industria que puedan haber sido desviados para la producción de armas, como el etilenglicol, substancia que se utiliza como refrigerante en los radiadores de los autos.
O en el peor de los casos, añadió, como materia prima para fabricar gas mostaza (el cual puede provocar la muerte o cuando menos toxicidad neurológica y gastrointestinal, entre otros daños).
Además, se buscarán directamente armas químicas que tengan compuestos de tabún, sarín, compuestos VX, gas mostaza, cianuro de hidrógeno, entre otros, y cualquier medio para diseminarlas como aerosoles, proyectiles de artillería, obuses o misiles balísticos de largo alcance.