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CUSCO, Perú.- Con un llamado a la “lucha frontal” contra el terrorismo, la corrupción, la pobreza y el narcotráfico, que calificó como graves peligros para la democracia, el presidente peruano Alejandro Toledo inauguró ayer la Cumbre del Grupo de Río.
La cita cumbre de los 19 países latinoamericanos que integran el grupo, debe concluir hoy con la suscripción de una declaración denominada Consenso de Cusco, ciudad distante 570 kilómetros al sureste de Lima.
La inauguración de la cumbre se realizó en lo que fuera un templo de la época incaica, conocido como Koricancha o Templo del Sol, donde Toledo pronunció el discurso inaugural ante sus colegas latinoamericanos y otros altos funcionarios e invitados especiales de organismos financieros y políticos internacionales.
Toledo afirmó que eran necesarias “acciones rápidas en el terreno del acercamiento político y económico en América Latina”.
Respecto a la deuda externa de los países dijo que “nosotros sabremos que en los años de las vacas flacas no habrá que apretar más a nuestros ciudadanos para cumplir con la deuda externa”.
Luego de la ceremonia inaugural, los presidentes, vicepresidentes y cancilleres comenzaron su primera reunión de trabajo a puertas cerradas en el hotel Monasterio, en el centro del Cusco, sede de la cumbre.
Iniciativa peruana
Brasil y México presentarán en la próxima reunión del Grupo de los Ocho (G-8) la propuesta que Perú entregó ayer, dirigida a crear un fondo de inversión en infraestructura con una parte del servicio de la deuda exterior latinoamericana.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, dijo que los presidentes brasileño y mexicano, así lo acordaron durante las conversaciones que han tenido en el marco de la reunión.
La propuesta del gobierno peruano tuvo muy buena acogida entre los 19 países del Grupo de Río, en organismos financieros como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) y en la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Uno de los aspectos más destacados de esta amplia propuesta que ha sido calificada de “imaginativa” y “realista” pide que los países acreedores de América Latina destinen 20 por ciento del servicio de la deuda exterior a la inversión en infraestructura en la región.
Colombia pide ayuda
El presidente colombiano Álvaro Uribe pidió ayuda militar internacional para derrotar a las guerrillas de las FARC en su país, si éstas no aceptaran sentarse a negociar bajo una mediación de las Naciones Unidas. Dijo que hay tres razones prácticas para proceder de esa forma: primero, se da a las FARC la opción de la negociación política; segundo, el conflicto en Colombia “no puede durar eternamente; y tercero, las guerrillas están molestando también a países vecinos como Ecuador y Bolivia”, dijo.
Al comentar la iniciativa del presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez de mediar entre el gobierno y los jefes de las FARC, Uribe dijo que ella es “carente de retórica” y “va al grano del problema”.
Gutiérrez incluso ofreció el territorio ecuatoriano para recibir a guerrilleros que sean liberados en un hipotético canje por secuestrados. Uribe ha recibido en Cuzco el respaldo y solidaridad de sus colegas del Grupo de Río.