Agencias
NUEVA YORK, EU.- A pesar de los convenios y tratados internacionales que se han firmado al respecto, la esclavitud no ha sido erradicada y persiste en el mundo, especialmente en Latinoamérica, aunque bajo formas contemporáneas.
Así consta en un informe dado a conocer por Naciones Unidas con motivo del Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, que se celebró ayer.
Según los datos de la organización, millones de personas, entre ellos mujeres y niños, continúan viviendo en condiciones de servidumbre, en beneficio de los que se lucran con la compra y venta de otros seres humanos.
Desde Colombia, la representante de la Oficina de la ONU para el Control de Drogas y Prevención del Delito (ONUCDPD), Karolina Gudmundsson, destacó que miles de personas viven en esas condiciones en la región de América Latina o son vendidas en otras regiones.
“En Latinoamérica en este momento hay otras prácticas análogas a la esclavitud, como puede ser todo lo relacionado a la trata de personas”, explicó.
Esto incluye, según dijo, el trabajo forzado y la servidumbre por deudas, así como la explotación sexual y el engaño, “que también tiene sus vínculos con la esclavitud moderna”
Por su parte el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, pidió ayer a la comunidad internacional a acabar con todas las formas de esclavitud que todavía persisten en el mundo, enfrentando sus causas y raíces.
Annan señaló que para erradicar la esclavitud es necesario conocer sus causas, como la pobreza, la exclusión social, la ignorancia, el analfabetismo y la discriminación en todas sus formas.
Lamentó que en el siglo XXI todavía siga existiendo esta “intolerable e inaceptable” práctica que viola “los más fundamentales derechos humanos”, como el derecho a la vida, a la dignidad, a la seguridad, a la salud y a la igualdad.
Asimismo, el secretario general de la ONU hizo un llamado a la comunidad internacional a donar fondos para la lucha contra esta lacra.
A pesar de la legislación internacional, Annan recordó que cada día se conocen casos de hombres, mujeres o niños que son “explotados, a los que se les niegan sus derechos básicos y su dignidad, privándoles de un mejor futuro”.