SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA.- La reina mundial de los 400 metros planos, la mexicana Ana Gabriela Guevara, llegó a Santo Domingo para romper el récord de los Juegos Panamericanos de 49.61 segundos que impuso la cubana Ana Fidelia Quirot en La Habana 1991.
La velocista fue la atracción del equipo mexicano que llegó a esta ciudad, al ser rodeada por los periodistas de su país, dominicanos y de agencias internacionales, además de la solicitud de autógrafos y hasta algunos de sus coequiperos se tomaron la foto con ella.
Guevara, cuya mejor marca personal es de 49.16 segundos, que logró en Zurich, Suiza, el año pasado, fue clara en que “vengo por el récord panamericano” de los 400 metros planos y para ello espera condiciones ambientales favorables.
Físicamente se encuentra lista y sólo le preocupa que no haya mucho viento que le impida superar la marca de Quirot y no pueda ser homologada. “Hay que ver las condiciones de la pista si es lenta o rápida”, dijo.
Indicó que esta participación forma parte de su preparación en la etapa final para buscar el trono en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de París, Francia.
La mexicana resaltó el esfuerzo de los dominicanos por organizar los juegos, al sobreponerse a la devastación del huracán George que azotó la isla el 21 de septiembre de 1998.
“Hay que felicitar a los dominicanos por el esfuerzo en la organización y me da gusto que estemos aquí para hacer nuestro mejor esfuerzo y que lo que hagamos sea un bonito recuerdo para ellos”, declaró.
Como estrella de los juegos fue conducida al salón para personas muy importantes (VIP, por su sigla en inglés) de las instalaciones de acreditaciones, pero luego salió para estar al parejo de sus compatriotas, pero el grupo de música de merengue se acercó a ella y la rodeó.
Los músicos le tocaron “Nonito en la loma”, un merengue clásico, y la deportista fue inducida a tocar la güira y cuando le dijeron “que baile, que baile”, ella respondió “no sé bailar”.
Para remachar, con la sencillez que la caracteriza, confirmó que va a vivir en la Villa Panamericana y no en un hotel, a pesar de ser una estrella del atletismo mundial.