15 agosto 2003
Freetown, (EFE).- Los primeros cargamentos de asistencia humanitaria llegaron hoy, viernes, por mar y aire a Monrovia, cuya población fue la principal víctima de la guerra civil en que estuvo inmerso el país desde 1999.
Alrededor de 500.000 personas viven en "condiciones desesperantes" en los alrededores de la capital liberiana, no tienen alimentos, agua potable ni medicamentos, según portavoces de distintas agencias internacionales de asistencia humanitaria.
Un buque fletado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), organismo dependiente de la ONU, arribó al puerto de Monrovia con alimentos y medicamentos, según emisoras de radio captadas en Freetown.
"Este es el primero de muchos otros barcos que llegarán con los muy necesitados cargamentos de comida y medicamentos para la población liberiana", dijo a los periodistas Jacques Klein, el representante especial en Liberia del Secretario General de la ONU, Kofi Annan.
Klein añadió que para facilitar la reconstrucción de Liberia, él recomendará el levantamiento inmediato de las sanciones impuestas por la ONU contra el régimen del ex presidente Charles Taylor, quien dimitió el pasado lunes y traspasó el poder a su vicepresidente, Moses Blah, quien encabeza un gobierno interino.
La medida, que incluyen un embargo de armas, fue impuestas por la ONU en 2001 para forzar a Taylor a retirar su ayuda al Frente Revolucionario Unido (FRU), un movimiento rebelde de la vecina Sierra Leona, que cobró notoriedad por las brutales mutilaciones a que sometía a la población civil.
Por su parte, el director para Liberia del PMA, Justin Bagirishya, señaló que la agencia tiene como objetivo inicial distribuir asistencia alimentaria de emergencia a medio millón de personas, pero que luego necesitará alrededor de 9.000 toneladas mensuales de alimentos hasta diciembre próximo.
El puerto de Monrovia y las zonas aledañas estuvieron hasta ayer, jueves, en manos del grupo rebelde Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD), que se retiró del área tras el despliegue de una fuerza de interposición enviada por la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (CEDEAO).
Los rebeldes aceptaron el pasado martes retirarse de Monrovia, entregar el puerto a la fuerza de paz y replegarse a 60 kilómetros al norte de la capital, en cumplimiento de la promesa que hicieron si Taylor renunciaba y se marchaba del país, lo cual sucedió un día antes.
Por su parte, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, en inglés) envió también hoy su primer cargamento de ayuda a los damnificados por la guerra civil liberiana.
El avión chárter de USAID aterrizó en el aeropuerto internacional "Roberts", al sur de Monrovia, con elementos complementarios de asistencia que incluyen mantas, chapas de metal y otros materiales de construcción con los que se edificarán viviendas para los desplazados por el conflicto.
Los materiales, valorados en 250.000 dólares, servirán para construir albergues destinados a 15.000 personas, según fuentes de la embajada estadounidense en Monrovia.
Pese a que la CEDEAO controla el puerto y aeropuerto de la capital liberiana, lo que, en principio, asegura el envío ininterrumpido de asistencia de emergencia, las agencias humanitarias han expresado preocupación de que el reducido número de soldados desplegados resulte inadecuado para la tarea encomendada.
Las tropas nigerianas de la CEDEAO nada pudieron hacer hoy para detener a decenas de miles de civiles que, acuciados por el hambre, derribaron las barricadas levantadas sobre los puentes que unen el puerto, con sus almacenes de alimentos, y el resto de la capital.
Los miembros del contingente de paz, que tenían previsto abrir los puentes a última hora de hoy, admitieron su impotencia para controlar el caos y detener a la multitud que arrolló a su paso las vallas de alambre de púas y saqueó los depósitos de alimentos del PMA.
El contingente de la CEDEAO, que se prevé contará con un total de 3.250 soldados, más de la mitad de ellos nigerianos, ha desplegado hasta ahora sólo a 750 hombres.