Internacional Papa León XIV Atentados DONALD TRUMP Venezuela

Llega Bush a Londres entre furor antibélico

Agencias

LONDRES, INGLATERRA.- George W. Bush llegó ayer a Gran Bretaña en una visita histórica en la que el presidente de Estados Unidos y su principal aliado, Tony Blair, reafirmarán su posición frente a las protestas por la guerra en Iraq.

Ambos líderes quizás habían esperado que este viaje sirviera para celebrar la victoria de sus países en Iraq, pero el aumento de los ataques contra las fuerzas de ocupación han empañado cualquier ambiente de celebración, mientras que Bush enfrentará protestas masivas en Londres.

Los organizadores esperan que unos 100 mil manifestantes contra la guerra culminen sus protestas derribando mañana una estatua gigante de Bush en la plaza Trafalgar, en un acto que recordará la destrucción de una estatua del ex presidente iraquí, Saddam Hussein, por parte de soldados estadounidenses en abril en Bagdad.

Sin embargo, Blair es un anfitrión renuente a las críticas y ha defendido firmemente su decisión de desafiar a otras naciones europeas y apoyar la guerra liderada por Estados Unidos en Iraq.

“El primer ministro cree que este es precisamente el momento adecuado para que el presidente Bush visite este país”, dijo un portavoz de Blair.

El presidente norteamericano también se ha mostrado desafiante.

En un discurso a pronunciar hoy en el Palacio Whitehall, Bush se propone señalar que la guerra fue el camino correcto al fracasar otras instancias, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca que viajó con Bush en el avión Fuerza Aérea Uno. “La historia ha demostrado que existen épocas en que los países se ven obligados a usar la fuerza para defender la paz y defender valores”, dirá Bush, según un anticipo del discurso.

Pero Bush no proyecta informar a qué valores se refiere, o, en qué momento preciso es necesario ir a la guerra.

En la víspera de su viaje, Bush dijo que las tropas norteamericanas, que ahora suman unas 130 mil en Iraq, no están a punto de retirarse de ese país. En una entrevista con una delegación iraquí en Washington, el mandatario dijo el lunes que sus tropas permanecerían en el país y agregó: “Cuando me oigan decir que nos quedamos, eso quiere decir que nos quedamos”.

El objetivo clave de la visita de Bush es reunirse con el primer ministro Tony Blair, que es su principal aliado en la guerra de Iraq.

Pero la cálida acogida oficial del presidente norteamericano contrasta con las profundas dudas de los súbditos británicos acerca de justificación de la guerra de Iraq y una hostilidad generalizada hacia Bush.

Alrededor de un millón de británicos protestaron durante una jornada en febrero antes de la guerra, y la oposición ha crecido a medida que aumentan las cifras de bajas de la coalición.

Más de 50 británicos han muerto en Iraq. Encuestas recientes indican que una clara mayoría de electores británicos consideran que Bush cometió un error al atacar a Iraq y creen que la alianza de Blair con el mandatario norteamericano perjudicará a Gran Bretaña.

Los opositores a la política estadounidense han prometido protestas en gran escala contra la presencia del mandatario aquí. Bush no está acostumbrado a este tipo de protestas en sus viajes por Estados Unidos, debido a que allí los manifestantes son mantenidos a considerable distancia del mandatario.

Además, la mayoría de los norteamericanos todavía creen que los Estados Unidos tomaron la decisión correcta al declarar la guerra a Iraq.

Los organizadores de la marcha esperan congregar entre 100 mil personas el mañana, y se anotaron ya una victoria el lunes cuando la policía dijo que la marcha podría pasar frente a ambas cámaras del Parlamento y frente a la oficina de Blair.

Bush ha puesto de manifiesto en una serie de entrevistas con la prensa británica que se propone continuar su lucha contra el terrorismo.

“Me propongo llevar a nuestro país, junto con otros como Gran Bretaña, nuestro estrecho aliado, a la victoria en esta guerra contra el terrorismo”, dijo Bush a la estación británica BBC.

Pero algunas manifestaciones ya comenzaron. Una mujer subió el lunes a una reja de entrada del palacio y desplegó una bandera norteamericana cabeza abajo.

Un veterano norteamericano de la guerra de Vietnam, Ron Kovic, presentó una solicitud con 85 mil firmas a la oficina del primer ministro, en que le pedía que cancelase la visita de Bush.

Mientras que el alcalde de Londres, Ken Livingstone, llamó a Bush “el hombre más peligroso del planeta” y dijo que, incluso si se lo piden, se negará a estrechar la mano del Presidente estadounidense.

Leer más de Internacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 60869

elsiglo.mx